El 16 de junio, la esquina de diagonal 77 y 48 se prendió fuego y causó estragos en toda la manzana. La titular de la firma Aloise Tecno quedó en la mira.
La Plata amaneció el miércoles 16 de julio con una enorme columna de humo que le ganó al diluvio de esa mañana y subió hasta el cielo. La esquina de diagonal 77 y 48 en la que hasta ese momento funcionaba un depósito de electrodomésticos de la firma Aloise Tecno ardió en llamas, destruyó por completo el local y perjudicó a decenas de vecinos.
Como contó 0221.com.ar desde el lugar de los hechos, en pleno centro de la ciudad, el incendio fue de grandes dimensiones. Se había desatado durante la madrugada en una construcción que funcionaba como depósito de electrodomésticos y ocupaba toda la esquina. Hubo decenas de vecinos evacuados, se derrumbó parte de la edificación y 80 bomberos trabajaron durante toda esa jornada para extinguir el fuego que pasado el mediodía seguía activo.
El asesinato de Kim Gómez sacudió al país, reavivó el debate sobre imputabilidad, desató una fuerte pelea política y embanderó a su papá en un lucha social.
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Después de aquella mañana, quienes vivían en el edificio que estaba pegado tuvieron que deambular por la ciudad para vivir y dormir en casas de amigos, familiares y hoteles dispuestos por la Municipalidad. Por su parte, la titular del depósito, Roxana Aloise, fue imputada y todavía se espera una resolución judicial.
Cerca de las 9 de aquel miércoles, el olor a plástico quemado se podía sentir a varias cuadras a la redonda, al igual que el sonido de las sirenas de los bomberos. Unas horas antes, a las 6:20, ese olor había despertado a muchos vecinos de la zona, junto con las explosiones.
"Escuché gritos que decían que algo se estaba incendiando y empecé a sentir el olor", "me acerqué a la ventana y vi mucho humo negro y que los vecinos del edificio de al lado empezaban a evacuar", "a los cinco minutos, el fuego ya era rojo y empezaron a explotar cosas, fue horrible", decían los vecinos.
Tras el llamado a los bomberos, acudieron nueve dotaciones de La Plata, a las que se les sumaron también de Ensenada –con dos camiones cisterna, una unidad de traslado y otra especial, para estructuras colapsadas, accidentes y rescates–. También llegaron desde Florencio Varela y de Berisso, cuartel que aportó tres cisternas y un autobomba.
Además, el operativo incluyó personal de la Guardia Urbana, de Defensa Civil, de Control Urbano y del SAME. Se cerró el tránsito vehicular en la zona de diagonal 80 –a la altura de 49– y de diagonal 77, como así también en la zona de 47 y 49, hasta calle 2. Se evacuó a los vecinos del edificio lindero y de las viviendas que estaban frente a la zona incendiada, de ambos lados. A su vez, se acordonó la zona circundante a la esquina que ardía, como así también calle 3, con un cerco que se fue ampliando cada vez más para alejar a los curiosos.
El incendio se desató en plena madrugada y el trabajo de los bomberos se extendió a lo largo de todo el día
Las llamas fueron alimentadas por el material combustible de los electrodomésticos guardados en ese depósito que ya había sido clausurado en otras oportunidades y que varios años atrás funcionaba como estación de servicio. Con el correr de la mañana, los colegios cercanos como la Escuela Secundaria N° 31 y el Jardín Maternal N°3, ubicados en 46 entre 3 y 2, y también la Escuela de Teatro de 49 y diagonal 77, suspendieron las clases.
Tras el llamado a los bomberos, acudieron nueve dotaciones de La Plata, a las que se les sumaron también de Ensenada -con dos camiones cisterna, una unidad de traslado y otra especial, para estructuras colapsadas, accidentes y rescates-. También llegaron desde Florencio Varela y de Berisso, cuartel que aportó tres cisternas y un autobomba.
Además, el operativo incluyó personal de la Guardia Urbana, de Defensa Civil, de Control Urbano y del SAME. Se cerró el tránsito vehicular en la zona de diagonal 80 -a la altura de 49- y de diagonal 77, como así también en la zona de 47 y 49, hasta calle 2. Se evacuó a los vecinos del edificio lindero y de las viviendas que estaban frente a la zona incendiada, de ambos lados. A su vez, se acordonó la zona circundante a la esquina que ardía, como así también calle 3, con un cerco que se fue ampliando cada vez más para alejar a los curiosos.
Se cerró el tránsito, fueron evacuadas alrededor de 190 personas y los comercios de la zona estuvieron cerrados varios días
Las llamas del incendio –que más adelante se comprobó fue originado por un cortocircuito– fueron alimentadas por el material combustible de los electrodomésticos guardados en ese depósito que ya había sido clausurado en otras oportunidades y que varios años atrás funcionaba como estación de servicio. Con el correr de la mañana, los colegios cercanos como la Escuela Secundaria N° 31 y el Jardín Maternal N°3, ubicados en 46 entre 3 y 2, y también la Escuela de Teatro de 49 y diagonal 77, suspendieron las clases.
Con el correr de los días, uno de los momentos críticos fue la demolición de las partes del edificio que estaban al borde del colapso, después de que se entrara en una etapa crítica tras detectarse un grave deterioro estructural. La empresa Grupo Mitre, a cargo de los trabajos, informaba por entonces a 0221.com.ar tuvieron que se suspendieron las tareas con maquinaria de gran porte, luego de identificar daños severos en las vigas y columnas del tanque.
Eso obligó a aplicar una estrategia alternativa para continuar con mayor seguridad: la utilización de un robot telecomandado de demolición Brokk, que fue subido con una grúa, para avanzar sobre el tanque en condiciones controladas. Esta tecnología permitió reducir al mínimo los riesgos para el personal y las estructuras cercanas, en una zona aún vallada y con acceso restringido.
Los vecinos del edificio de al lado, que está sobre la calle 48 sufrieron un calvario no solo esa mañana, sino también durante largas semanas posteriores. Tuvieron que desalojar sus departamentos porque había riesgo de derrumbe, y por eso estuvieron viviendo en casas de familiares y en hoteles que pagó la Municipalidad. El sábado 16 de agosto, exactamente un mes después del incendio, varios de estos hombres y mujeres que estaban a la deriva se reunieron en la calle para volver a verse las caras y exigir la vuelta a sus hogares.
Hacía treinta días que los evacuados deambulaban en hoteles y casas de amigos y familiares, sin saber cuándo podrían volver a sus hogares. Muchos ni siquiera habían podido volver a entrar, y otros solo ingresaron durante 10 minutos para rescatar algo de ropa la tarde del fuego, bajo la supervisión de los bomberos.
Del otro lado, sobre diagonal 77, la casa de Verónica Salvi quedó destrozada. "Esto es un delito de estrago público porque puso en riesgo la vida de muchas personas. Mi hija estuvo en riesgo de vida y quedó muy afectada por eso, junto con toda nuestra familia. Hay un grado enorme de injusticia, hay una falta de cuidado por parte del Municipio y de la Justicia con las víctimas. Pareciera que el fiscal y el intendente están a disposición de los que cometieron el delito", reflexionaba con enojo la mujer de 63 años.
Eran alrededor de 190 personas que tuvieron que abandonar sus casas a la espera de que se resolviera la situación del depósito incendiado. Dos meses después del fuego, en septiembre, quienes vivían en el edificio aledaño al depósito de Aloise Tecno continuaban esperando las conclusiones del informe de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) que debía determinar el estado real de la estructura. Nadie les daba una respuesta.
"Queremos volver y entrar a nuestras casas, a nuestra cotidianidad", pedían. "Necesitamos que se aceleren los tiempos, no que se frene todo porque tienen que evaluar los daños de los electrodomésticos; parece que nos toman el pelo", agregaba una chica que vivía en uno de los pisos de arriba. Para ese entonces, un departamento seguía con una rajadura importante en la pared que daba al depósito y su dueña tenía miedo de que se agrandara, pero no podía arreglarla porque para eso necesitaba aquel documento. Lo mismo ocurría con otros espacios dañados por el incendio, a los que no se los podía intervenir hasta no contar con ese estudio.
El tiempo pasó y aproximadamente a los dos meses la Municipalidad habilitó el regreso de los vecinos al edificio, que fueron instalándose de a poco. No es el caso de Verónica que siguió penando sin respuestas que le permitieran recuperar su vivienda.
En octubre, 0221.comar dio a conocer la foto del artefacto que desató el fuego de aquella mañana de julio, tras una compleja investigación a cargo de la División Investigación de Siniestros de la Superintendencia de Bomberos de la Policía Federal Argentina (PFA). La causa judicial fue caratulada como "Aloise Roxana S/Incendio o estrago culposo".
La conclusión central del informe es contundente: el incendio se originó por una "contingencia de índole eléctrica" en una de las luminarias del techo (plafón) del sector de oficinas de la planta baja. Los peritos determinaron que el punto de inicio fue en el centro del ambiente de oficinas, aproximadamente a cuatro metros del acceso forzado sobre la calle 48.
De esta manera, el informe técnico de la PFA cierra el capítulo de la investigación sobre el "qué" y el "cómo" del incendio en Aloise Tecno. Establece, con un sólido respaldo científico y probatorio, que el siniestro fue de origen accidental, debido a una falla eléctrica en un componente de iluminación, y detalla minuciosamente la cadena de eventos que llevó a la destrucción parcial del edificio.
Las pericias confirmaron que el comienzo del incendio fue por una desperfecto eléctrico y se descartó la posibilidad de que fuera intencional
Las conclusiones de este peritaje son un elemento central para que la Justicia determine eventuales responsabilidades en la causa por "incendio o estrago culposo" que se sigue en los tribunales de La Plata, pero en un fuero diferente: pasó de delitos dolosos a culposos.
En noviembre, tras confirmarse que Roxana Aloise concentra el 95% del paquete accionario de Aloise Tecno, solicitaron que sea indagada por “estrago culposo”. Esto compromete aún más a la empresaria imputada que es titular de la firma. En paralelo, la causa que tramita en el Juzgado Civil y Comercial N° 7, donde se ordenó la inhibición general de bienes de la mujer, también tuvo novedades: la instancia de mediación obligatoria concluyó sin acuerdo.
Con la inhibición de bienes vigente, la mediación caída y la demanda civil en preparación, el fuero Civil se encamina a un litigio de considerable envergadura económica. Mientras tanto, el fuero Penal está ante una decisión clave: si citar o no a indagatoria a la mujer con el nuevo cuadro probatorio incorporado. Para las víctimas, la expectativa está puesta en que ambos procesos –aunque independientes– puedan finalmente esclarecer lo ocurrido y reparar, al menos en parte, las pérdidas que dejó uno de los incendios más impactantes de los últimos años en La Plata.
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