En el transcurso de la última semana, La Plata ha sido testigo de una seguidilla inusitada de crímenes registrados en distintos puntos de la ciudad bajo diferentes modalidades: a punta de pistola, con cuchillos, a golpes y hasta machetazos. Desde la madrugada del sábado 17 a la fecha, se han producido cinco homicidios (Arturo Seguí, Villa Ponsati, Altos de San Lorenzo, El Mercadito y Lisandro Olmos) y un femicidio (Barrio Norte); tres de ellos fueron esclarecidos mientras que la otra mitad continúa bajo investigación.
El primero de estos casos ocurrió en Arturo Seguí, cuando un hombre de 55 años, identificado como Ángel Abel de Los Santos, regresaba a su vivienda de 417 entre 154 y 155, después de un cumpleaños. Según informaron fuentes policiales a 0221.com.ar, antes de entrar a su propiedad se habría enfrentado con dos personas que terminaron aplicándole una certera puñalada en el abdomen que acabó con su vida. Sin embargo, su cuerpo no fue descubierto hasta pasadas varias horas del hecho, justo cuando uno de sus hijos fue a visitarlo y lo encontró desplomado en la vereda.
En ese contexto, un joven de 22 años terminó atacando a la víctima, identificada como Carlos Antúnez, causándole severas heridas. El hombre fue trasladado al Hospital San Martín pero los médicos no pudieron salvarle la vida. El agresor, por otra parte, terminó confesando el hecho y quedó detenido.
El martes por la madrugada, un comerciante de Altos de San Lorenzo, identificado como Sergio Omar Gorgona, fue hallado sin vida por sus familiares en su casa de 23 entre 84 y 85, donde también funcionaba su kiosco. La investigación apuntó a dos empleados que la víctima tenía en el local por lo que las autoridades localizaron a ambos y los trasladaron a la seccional para indagarlos.
Durante el procedimiento, uno de los implicados, de 17 años, no pudo ocultar su nerviosismo y confesó; según él, Gorgona le ofreció tener relaciones sexuales a cambio de dinero pero, al no ponerse de acuerdo en el monto, se inició una discusión. Allí, el menor refirió que golpeó al comerciante con un palo en la cabeza ante su insistencia. No solo eso sino que también lo apuñaló con un cuchillo que encontró en la cocina, por lo que quedó detenido.
En horas del mediodía del mismo martes, un joven de 25 años murió en el Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero luego de permanecer seis meses internado tras ser atacado por un vecino. El incidente ocurrió el pasado 12 de mayo en El Mercadito cuando la víctima, identificada como Agustín Díaz, recibió un certero golpe en la cabeza con un caño de metal por parte de un conocido que, tras consumar la agresión, se dio a la fuga.
Agustín fue cargado en un carrito por amigos y familiares y fue llevado a la salita del barrio. Desde allí, se efectuó el traslado hacia el hospital de Romero, donde permaneció internado en grave estado hasta que falleció este martes al mediodía. En los días posteriores al hecho, decenas de personas se manifestaron en la zona para pedir por la detención del agresor, situación que se materializó el pasado 23 de mayo tras diversos allanamientos.
En la mañana del miércoles, un chico de 17 años fue asesinado de un disparo en la cabeza dentro de su casa de 40 entre 157 y 158. Al tomar conocimiento de lo ocurrido, la Policía se trasladó a la zona, donde realizaron un importante operativo pero no pudieron dar con el homicida ni el arma utilizada.
Finalmente, durante la tarde del mismo miércoles una mujer de 32 años fue hallada sin vida en un departamento ubicado en 42 entre 1 y 2, a metros de la Estación de Trenes. La víctima, identificada como Jazmín Ortiz, fue encontrada envuelta en un charco de sangre, con unas 15 puñaladas en la espalda.
Según informaron fuentes policiales a este medio, Ortiz "era trabajadora sexual y el día lunes, en horas de la noche, se habría producido una discusión con un hombre en el interior de su departamento". Testigos del hecho aseguraron ver al sospechoso salir del lugar pero las autoridades aún no han podido identificarlo. Con este hecho, el número de personas asesinadas en lo que va del año ascendió a 49, superando ampliamente la cifra registrada en todo el 2017 (43 en total).
EL MAPA DE LOS HOMICIDIOS EN LA PLATA
Por otra parte, se encuentra la situación de indefensión que viven los trabajadores de la empresa Glovo. El caso de Kevin Sanhueza, el joven repartidor baleado mientras entregaba un pedido en 16 entre 42 y 43, fue uno de los tantos que sacudió a la opinión pública pero no fue el primero.
El pasado 24 de septiembre, el glover Leandro Garcia Etcheto fue apuñalado en medio de un robo y tuvo que ser intervenido de urgencia. Seis días más tarde, otro cadete de 29 años terminó hospitalizado tras chocar contra un auto en la esquina de 4 y 56. Y el 16 de octubre le robaron a otro en la puerta de un edificio, en 61 entre 3 y 4, a punta de pistola: las imágenes aparecieron en noticieros de todo el país.
El fenómeno del trabajo de plataformas, inaugurado por Uber y asentado en CABA, Rosario y otras capitales provinciales, está bajo la lupa de sociólogos y abogados laboralistas, pero parece estar bastante lejos del imponente Ministerio de Seguridad: la cartera que conduce Cristian Ritondo, lejos de solidarizarse o al menos contactarse con los cadetes, permaneció en silencio mientras se sucedían uno atrás del otro los robos en pleno casco urbano de la capital provincial.
El último episodio que involucró a la empresa se registró el pasado jueves, cuando una repartidora denunció haber sido víctima de acoso sexual tras entregar un pedido a una agencia de lotería ubicada en 54 entre 11 y 12. Según contó en diálogo con 0221.com.ar, el hecho se produjo en el momento en que la joven fue a cobrarle al hombre que estaba atendiendo y lo notó "en actitud extraña, detrás del vidrio".
"Me pagó, le di el teléfono para que firmara y cuando le fui a entregar el helado salió acercándose a mí, masturbándose", contó. Rápidamente, la muchacha avisó a sus compañeros de la empresa a través del grupo de WhatsApp que tienen y una decena de glovers se dirigió al lugar para asistirla.
Otra de las problemáticas desatendidas por el Ministro está vinculada a la ola de amenazas de bomba en las escuelas de la ciudad. Sin ir más lejos, el histórico Normal 1, ubicado en 51 entre 14 y 15, superó a comienzos de septiembre los 30 días sin clases como consecuencia de estos llamados intimidatorios.
Sin embargo, parece ser que el enojo de padres, docentes y estudiantes no parece tener un reflejo concreto en la órbita política. Tanto el ministro de Educación Gabriel Sánchez Zinny como Ritondo, permanecen en un inquietante silencio a pesar de los miles y miles de pesos diarios que se destinan a cada operativo de seguridad para corroborar que no hay explosivos en los colegios.
Insensibilidad o desconocimiento mediante, los funcionarios de ambas carteras bonaerenses ni si quiera le dedicaron un tweet a la problemática. "Las amenazas de bomba no son un juego, hoy con lo tecnológico, en cinco, seis, diez días hay orden de allanamiento", había dicho Ritondo durante una recorrida en Zárate el año pasado.
Pero desde entonces sus declaraciones al respecto menguaron hasta quedar en cero. Es más: la alternativa de los ministros Sánchez Zinny y Gustavo Ferrari, de Justicia, fue organizar una charla sobre "Acuerdos Institucionales de Convivencia" en el Teatro Argentino, con estudiantes de distintos colegios de la Región, donde se les advirtió que "una falsa amenaza de bomba pone en ejecución a todas las áreas del gobierno y distrae los recursos".
Sin embargo no hubo medidas concretas ni declaraciones a los medios, ni siquiera a la enorme cantidad de padres que mes a mes reclaman una respuesta para triste la moda explosiva que se vive a diario. La ciudad está siendo víctima de los embates del delito y el principal responsable de velar por la seguridad de los platenses parece no inmutarse.