Lucas Licht, quien fuera capitán de Gimnasia en la llegada de Diego Maradona como DT, lo recordó con una increíble historia en su paso por No juegan con nadie.
Lucas Licht relató con detalle en su visita a No juegan con nadie, el programa de deportes del canal de streaming de 0221.com.ar, cómo fue su participación en la llegada de Diego Maradona a Gimnasia como director técnico, describiendo el impacto emocional que esta tuvo tanto en el equipo como en el propio Diego.
El nombre de Maradona había comenzado a sonar como un rumor, aunque no había nada concreto. Gimnasia se encontraba en una situación muy complicada, inmerso en problemas y con el equipo "muy golpeado de la cabeza".
Diego Maradona cumpliría hoy 65 años, y una de las personas que más lo conoce, Fernando Signorini, visitó No juegan con nadie, donde habló de todo y a fondo.
En un especial de No juegan con nadie, el histórico preparador físico Fernando Signorini repasó anécdotas inéditas de su relación con Diego Maradona.
Aunque el equipo no estaba jugando mal, perdía y se hundía cada vez más. Cuando surgió el nombre de Diego, Licht inmediatamente llamó a los dirigentes e insistió en que debían ir por ese camino. El Bochi argumentó que la llegada de Diego era la única solución, ya que el equipo no necesitaba una mejora futbolística (el problema no era táctico), sino un levantamiento anímico.
Él persistió hasta que el rumor se convirtió en realidad, ayudando a convencer a los dirigentes de que Maradona era el único capaz de levantar al equipo en ese momento, más allá de lo que significaba la figura para el club.
El día de la presentación, en el vestuario, Diego saludó a todos los jugadores uno por uno. Licht fue el último y Maradona se detuvo a hablar con él un rato. Ya en el campo, el momento más memorable fue el abrazo en la mitad de la cancha, el cual fue "único". Licht tuvo que consolar a Diego porque se puso a llorar.
Lucas Licht en su visita a No juegan con nadie.
Maradona le confesó qué le pasaba: “Pensé que la gente se había olvidado de mí en la Argentina, pensé que no me recordaban”, a lo que Licht le respondió que encontraría a "la gente más enferma del mundo" en Gimnasia.
La emoción de Diego se intensificó al ver la bandera de su madre (La Tota) y su padre (Don Diego) colgada en la platea techada, lo que lo hizo llorar. Desde ese primer día, Diego se "apegó" a Licht, llamándolo y saludándolo con un beso en cada entrenamiento, estableciendo una relación corta pero intensa.
Inicialmente, los jugadores sentían un "respeto terrible" y "miedo de todo" ante su presencia, sintiéndose observados y temiendo cometer errores. Con el tiempo, entendieron que Diego era "un jugador más". Maradona le dio a Licht la confianza para liderar el grupo y le preguntaba sobre lo que sucedía, lo que ayudó a Licht a soltarse.
El Bochi junto a Diego Maradona el día de su presentación en Gimnasia.
Diego absorbió la "presión terrible" que el equipo tenía, lo que permitió a los jugadores soltarse. Licht destacó el cambio en la tabla: el equipo estaba a 15 puntos del descenso, y cuando la pandemia detuvo el torneo, estaban a 4 puntos.
Licht también fue responsable de que Maradona no se fuera del club posteriormente, llamándolo todos los días hasta convencerlo de volver cuando había un problema político en Gimnasia. Maradona le reconoció que había vuelto a ser feliz, que Gimnasia le había devuelto esa felicidad que supo tener en Nápoles.