Fue un llamado inesperado, una de esas historias que el fútbol guarda para siempre. Así fue el primer contacto entre Mariano Messera y Diego Maradona.
Diego Maradona acababa de ser confirmado como nuevo entrenador de Gimnasia. En La Plata, la noticia era un terremoto. Y mientras todos miraban la televisión, el teléfono de Mariano Messera comenzó a sonar y reveló en el Programa Primer Intento por el streaming de 0221.com.ar, los detalles de la charla.
“Antes de llamarme, me mandó un mensaje un colaborador, y al rato me llama Maradona. Yo estaba mirando por TV todo lo que pasaba en su casa. A los minutos de que se confirma que iba a dirigir a Gimnasia, me suena el teléfono. Estuvimos hablando quince minutos”.
Una lección que trasciende generaciones. Carlos Timoteo Griguol le marcó el camino a un joven Mariano Messera, y una enseñanza quedó para siempre.
En los días más tensos del club, Mariano Messera junto a Mariano Cowen fueron los encargados de comunicar la salida del ex entrenador de Gimnasia.
Mariano, que por esos días dirigía interinamente al plantel, no podía creerlo. “Fue un momento único e impensado que Diego dirija a Gimnasia, porque no tenía ningún vínculo con el club. Yo nunca lo había visto en mi vida”.
La conversación, cuenta, fue natural, cálida. Diego lo saludó con un “Hola, Marianito”, de esos que derriten la distancia. “Era increíble escuchar su voz, sentir su energía. Me habló con humildad, con afecto. Me quedó grabado”. Messera lo recuerda como una de esas postales que el fútbol regala cada tanto: dos mundos distintos unidos por la pasión por Gimnasia.
El 2019 no fue un año más en la historia tripera. Luego de varios ciclos fallidos como entrenadores, la dirigencia que en aquel momento comandaba Gabriel Pellegrino hizo una movida que iba a cambiar la visión del club en el país. Luego de sus últimos pasos en el exterior, Maradona iba a recibir el llamado que esperaba, para volver a su país y ser entrenador en Gimnasia.
Junto al cuerpo técnico de Sebastián Méndez iban a asumir la responsabilidad de reencausar el camino de un plantel y club, que venían de una campaña irregular y comprometido con el descenso. Con récords de asociados, canchas colmadas y banderas dedicadas 100% al diez, el Lobo encaminó la Superliga en el centro de la escena.