"Estamos regalados, nos ven y nos asaltan". Es el sentimiento que invade a los glovers, que suman más de 800 en la ciudad, cada vez que salen a hacer un reparto en su moto o bicicleta y la caja amarilla a cuestas. La app funciona desde marzo en la ciudad luego de probar, con éxito, el mercado en Capital Federal. Al día de hoy coexiste con otras aplicaciones del estilo -Pedidos Ya y Rappi- y con la pionera de todas ellas, Uber, que viene cosechando repudios y pedidos de relgulación por parte de taxistas y remiseros de la ciudad. Mientras, en el despacho de Ritondo, solo se escucha el silencio.
Desde hace varios meses los glovers platenses integran un grupo de WhatsApp donde evacúan dudas, se dan recomendaciones y evitan entre todos zonas de peligro o clientes falsos, que hacen pedidos y después desinstalan la app en modo de "broma". Pero este sábado 17 de noviembre por la madrugada, debieron usar el grupo para alertarse: Kevin Alex Sanhueza, un joven universitario de 27 años que se hallaba entregando un pedido en un edificio del barrio La Loma, en 16 entre 42 y 43, fue doblemente baleado. Y mandó un estremecedor audio para avisar a sus compañeros.
El hecho fue rápido: Kevin estaba por tocar el timbre del departamento cuando fue abordado por delincuentes que efectuaron dos disparos a quemarropa. Con uno de los sospechosos detenido y procesado por el delito de "tentativa de homicidio agravado por criminis causa", lo que significa que el joven de 19 años habría tirado a matar. El martes la Fiscalía quiso indagarlo pero él se negó a declarar. El otro de los acusados sigue prófugo. En diálogo con Radio Universidad, una cadete de Glovo, Daniela, precisó que una cuadra antes los mismos delincuentes habían querido robarle a un deliveryman de Rappi: "Somos un señuelo", se lamentó la joven.
Daniela contó además la respuesta de la policía: "Nos pidieron que si vemos que son menores ni si quiera los llamemos, porque no van a poder hacer nada". Frente a esta situación, el mismo sábado por la tarde los glovers cortaron calle 12 junto a sus compañeros de Pedidos Ya. A metros de plaza Moreno, donde suelen reunirse para debatir cuestiones gremiales o simplemente para pasar el rato entre pedido y pedido, por primera vez desde la llegada de las apps a la ciudad los cadetes protagonizaron un corte de calle exigiendo más seguridad.
Pero no recibieron esa tarde -ni hasta ahora- respuestas por parte del Gobierno local o provincial.
En su momento, algunos concejales habían solicitado una audiencia con el ministro de Trabajo, Marcelo Villegas, para interiorizarse en los derechos y garantías que poseen los cadetes de esta App, pero no obtuvieron respuestas. Los glovers, en su gran mayoría jóvenes y en bicicleta, trabajan como monotributistas y no tienen ART. Tampoco, al menos hasta el sábado, Glovo se hacía cargo si les robaban o herían durante un reparto. La empresa española, por lo pronto, acordó pagarle a la madre de Kevin Sanhueza la estadía en un hotel mientras acompaña a su hijo, internado desde hace cinco días y con un cuadro grave en el Hospital San Martín.
Pero el de Kevin no es el primer "incidente" al que deben enfrentarse los glovers en La Plata. El pasado 24 de septiembre, el glover Leandro Garcia Etcheto fue apuñalado en medio de un robo y tuvo que ser intervenido de urgencia. Seis días más tarde, otro cadete de 29 años terminó hospitalizado tras chocar contra un auto en la esquina de 4 y 56. Y el 16 de octubre le robaron a otro en la puerta de un edificio, en 61 entre 3 y 4, a punta de pistola: las imágenes aparecieron en noticieros de todo el país.
"Es necesario que el Estado intervenga, nosotros hacemos un llamado a la sociedad para que se entere y al Estado, en sus tres poderes y todos sus niveles jurisdiccionales, para intervenir", había pedido en diálogo con 0221.com.ar uno de los repartidores de la App, que junto a otros 50 glovers participaba de una reunión gremial en la plaza central de la ciudad.
Los empleados de PedidosYa, que a diferencia de sus colegas trabajan bajo contrato y en blanco, están agremiados al sindicato de Empleados de Comercio. Y la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (ASiMM), con sede en Capital Federal, ya piensa en cómo desembarcar en territorio platense para intentar afiliar a glovers y rappitenderos ante una situación que parece a punto de explotar.
Y es que el fenómeno del trabajo de plataformas, inaugurado por Uber y asentado en CABA, Rosario y otras capitales provinciales, está bajo la lupa de sociólogos y abogados laboralistas, pero parece estar bastante lejos del imponente Ministerio de Seguridad: la cartera que conduce Cristian Ritondo, lejos de solidarizarse o al menos contactarse con los cadetes, permaneció en silencio mientras se sucedían uno atrás del otro los robos en pleno casco urbano de la capital provincial.