viernes 26 de septiembre de 2025

Un condenado por el ataque de kickboxers en La Plata rompe el silencio: "La Justicia me arruinó la vida"

Condenado a 5 años por un intento de homicidio en La Plata, Floricich rompe el silencio, denuncia falta de pruebas y pide a la Corte que lo absuelva.

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César Floricich tiene 34 años, es abogado recibido en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y también despachante de aduana. Su presente, sin embargo, transcurre en prisión domiciliaria. El 17 de octubre de 2023, el Tribunal Oral en lo Criminal V lo condenó a 5 años de prisión por ser considerado coautor funcional de un intento de homicidio ocurrido en Gonnet en diciembre de 2018. Ese mismo día, sin antecedentes penales previos, quedó detenido y suma otro reclamo por el servicio de Justicia en la ciudad.

A pocos días de cumplir 2 años preso, Floricich habló desde su encierro con 0221.com.ar y trazó un crudo balance de lo que llama "una condena injusta". "La Justicia Penal de La Plata me arruinó la vida", aseguró recordando los días en que su nombre apareció en los medios como parte de lo que definió como "un relato mediático alejado de la realidad del caso".

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El golpe fue el desenlace de una fuerte discusión por una maniobra de tránsito y, según la Justicia, constituyó un intento de homicidio en el que Floricich habría tenido un rol activo.

"Me condenaron con una sola prueba"

El centro del reclamo de Floricich apunta a la valoración de la prueba realizada por el Tribunal y luego ratificada por Casación bonaerense. "Se prefirió basarse solamente en una prueba que ni siquiera era certera respecto a mí, y con esa prueba condenarme. Eso en el derecho se conoce como visión de túnel: desestimar todas las pruebas a favor para sostener una sola", denunció.

César Floricich
César Floricich, en diálogo con 0221.com.ar, y un reclamo puntual para la Justicia local y provincial.

César Floricich, en diálogo con 0221.com.ar, y un reclamo puntual para la Justicia local y provincial.

En el juicio oral hubo once testimonios y, según el condenado, solo uno fue interpretado en su contra, aunque esa persona ni siquiera lo identificó de manera directa. "La propia víctima nunca me acusó y la mujer de la víctima, que fue la denunciante inicial, tampoco me mencionó en su declaración, a pesar de que estaba a menos de un metro de su pareja cuando recibió el golpe. Sin embargo, me terminaron condenando igual", remarcó al respecto.

De los seis magistrados que intervinieron en las diferentes instancias, solo el juez de Casación Víctor Violini votó por su absolución. "Analizando la prueba, dijo que no había elementos suficientes para quebrar mi estado de inocencia. Fue el único que vio la verdad", subrayó Floricich.

El 17 de octubre de 2025 se cumplirán exactamente 2 años desde que Floricich fue detenido. "Estoy muy perjudicado en muchos aspectos: profesionalmente, psicológicamente y económicamente. Me acusaron y condenaron por algo que no hice y eso me arruinó la vida", le dijo a este medio.

Me acusaron y condenaron por algo que no hice y eso me arruinó la vida Me acusaron y condenaron por algo que no hice y eso me arruinó la vida

Su relato tiene un fuerte componente personal. Mientras estudiaba y trabajaba al mismo tiempo, logró recibirse de abogado y de despachante de aduana. Sin embargo, no pudo ejercer su profesión: “Soñé tanto tiempo con matricularme y empezar a trabajar como abogado, pero me detuvieron antes de poder hacerlo. No llegué a ejercer ni un solo día”.

La consecuencia más inmediata fue la pérdida de sus ahorros y de su proyecto de vida. "Perdí todos los ahorros de mi vida. Perdí mis oportunidades. Me destruyeron como ser humano. La Justicia, entre comillas, arruinó mi vida y eso no tiene precio", añadió con angustia desde su encierro.

El recuerdo de un proceso "arbitrario"

Floricich describe su paso por el juicio como una experiencia marcada por la desprotección. "Desde el principio me decían: 'esto es una picadora de carne, acá te puede pasar cualquier cosa'. Y fue así. El proceso fue como una bola de nieve que arrancó con un error de la fiscal de instrucción y nadie lo corrigió después", remarcó y denunció además que el expediente se apoyó en un relato "mediático" que hablaba de un complot para matar a una persona a golpes, algo que considera irracional. "Me acusaron de complotarme para matar a una persona, cuando nunca en mi vida tuve un problema de violencia. El hecho fue una trompada, y ni siquiera la di yo. Todo pasó en diez segundos. Pero lo caratularon como un intento de homicidio planificado, lo cual es absurdo", cuestionó.

El condenado sostiene que las pruebas médicas tampoco acompañaron la acusación. “La mujer decía que le habíamos dado una paliza al chico, pero en los certificados médicos no había ningún golpe en el cuerpo. Nada. Sin embargo, se sostuvo esa acusación y se desestimaron todas las pruebas que me favorecían”, explicó.

Las expectativas puestas en la Justicia

Hoy, Floricich se aferra a dos instancias que podrían modificar su presente. Por un lado, espera que la Sala I de la Cámara de Apelaciones le otorgue la libertad condicional por estímulo educativo, ya que completó estudios durante su detención. "Estoy esperando desde hace 2 meses. Ya pasó el plazo y me corresponde, pero no sabés qué puede pasar. Estoy ilusionado, pero con temor", admitió. En paralelo, su defensa presentó un recurso ante la Suprema Corte de Justicia (SCJ) bonaerense. "En un plazo más largo espero que la Corte me absuelva y termine con esto de una vez", expresó, con la expectativa de que ese tribunal ponga fin a una condena que considera arbitraria.

Mientras tanto, cuenta con un apoyo social que lo sostiene. "Se contactó conmigo muchísima gente de todos lados a solidarizarse. Me sorprendió para bien, porque uno está tranquilo con su conciencia, pero no deja de ser doloroso. Ese respaldo me da fuerzas en medio de tanta angustia", dijo.

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Floricich espera que la Cámara de Apelaciones le otorgue la libertad y la Suprema Corte lo absuelva de culpa y cargo

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Más allá de su reclamo personal, Floricich plantea un objetivo colectivo: que su caso sirva como ejemplo para evitar nuevas injusticias. "Me encantaría ayudar a otras personas que estén en mi misma situación, que también hayan sido atropelladas por la justicia. Porque esto es así: el proceso te atropella y te lleva puesto", manifestó.

Su relato busca dar cuenta de un sistema judicial que, según él, muchas veces funciona sin reparar en los errores iniciales. "El proceso arrancó con un error de la fiscal de instrucción, y después todos lo siguieron sin corregir nada. Nadie se tomó el trabajo de investigar realmente. Y así, terminé condenado por un delito que no cometí, sobre un hecho que tampoco ocurrió como lo contaron", insistió y, con la esperanza puesta en una resolución favorable, resumió su situación en una frase que lo acompaña desde hace tiempo: "Ya nunca va a ser justo, porque el daño que me hicieron no me lo devuelve nadie. Pero mi reclamo es que la Cámara me dé la libertad y que la Corte me absuelva".

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