La temporada deportiva comienza con una intensidad inusual este año. Los preparativos y eventos futbolísticos importantes a comienzos de 2026 definen el ritmo vertiginoso del calendario. La FIFA toma el control total de sus operaciones en Dallas el 14 de enero.
Ese día activan el Centro Internacional de Radiodifusión en el estadio de los Cowboys. Desde allí manejan la transmisión y logística de todo el torneo. Faltarán cuatro meses para el partido inaugural del 11 de junio. Aún así, la complejidad de gestionar 48 equipos exige tal anticipación.
La ansiedad de los hinchas crece tanto que muchos ya buscan algún betano código promocional para anticipar resultados. Dallas se convierte, por lo tanto, en el cerebro operativo del Mundial.
Luego del alerta que se activó en Argentina a fines de noviembre por el paso de una familia uruguaya contagiada de sarampión, siguen un caso en La Plata.
La caída se profundizó tras los cambios del Banco Central de la República Argentina, que ampliaron liquidez y modificaron reglas para fondos comunes.
Las ciudades sedes norteamericanas ponen a prueba sus sistemas de tránsito ahora mismo. Foxboro actualiza sus líneas de tren a toda velocidad para evitar colapsos futuros. Los problemas de visas en Estados Unidos preocupan bastante a los organizadores locales.
De hecho, la posible congestión operativa amenaza el inicio del torneo en junio. La gente busca desesperada sus boletos tras el sorteo de grupos de diciembre. La fase de prioridad para residentes locales ayuda a llenar las canchas.
El mercado secundario ilegal sigue siendo una amenaza constante para el bolsillo del hincha. Estos preparativos y eventos futbolísticos importantes a comienzos de 2026 requieren atención total para evitar fracasos.
Los clubes europeos buscan refuerzos desde el primer día del año. Un fallo judicial reciente cambió las reglas de juego en el viejo continente. FIFA tuvo que improvisar un marco legal interino para los traspasos internacionales. Esto complica los fichajes de nuestras figuras argentinas en el exterior.
Los directores deportivos deben moverse con mucha cautela entre las nuevas normativas. Cualquier error legal frena un traspaso clave o genera multas millonarias. Scaloni mira de reojo estos movimientos con lógica preocupación. Son preparativos que afectan directamente al plantel albiceleste.
Marzo trae la verdadera acción a la cancha y deja atrás los escritorios. Argentina se mide con España en la esperada Finalissima el 27 de marzo. Todo indica que volvemos a Doha para disputar este título oficial. El cuerpo técnico necesita esta prueba de fuego contra el campeón europeo.
Mientras tanto, México recibe el repechaje internacional de la FIFA. Seis selecciones pelean a muerte por los dos lugares restantes. Monterrey y Guadalajara verán partidos definitorios antes del sorteo final. Allí conoceremos finalmente la lista completa de los 48 clasificados al Mundial.
La Copa Libertadores arranca con sus fases preliminares en pleno febrero. Los equipos argentinos juegan instancias decisivas muy pronto en el año. Deben estar finos físicamente tras las fiestas para no quedar eliminados. El sorteo de la fase de grupos llega recién a mediados de marzo.
En Europa vuelve la Champions League con los octavos de final. Esa misma semana juegan las selecciones nacionales sus amistosos de fecha FIFA. El riesgo de lesiones musculares aumenta considerablemente por la carga de minutos.
Nuestros clubes vuelven al trabajo bajo el sol de enero. San Lorenzo, por ejemplo, inicia sus tareas el día 5. AFA mantiene los torneos Apertura y Clausura con el formato conocido. Sin embargo, sumaron otra copa oficial al calendario para complicar las cosas. La Recopa de Campeones promete más partidos y polémicas organizativas.
El primer trimestre mezcla decisiones de oficina y juego en el césped. La FIFA asegura su señal televisiva con mucha antelación desde Texas. Los preparativos y eventos futbolísticos importantes a comienzos de 2026 marcan la agenda global.
AFA debe ubicar sus nuevos torneos sin pisar otras competencias. Los jugadores quedan en medio de tironeos constantes entre clubes y selección.
Claro está, nosotros disfrutamos cada minuto de juego pese al desorden. El espectáculo está garantizado aunque la logística sufra contratiempos.