Un pasajero pidió que lo llevaran a la casa de su madre porque no tenía dinero. Bajó del auto y volvió armado. El taxista salvó su vida de milagro.
Un viaje común que terminó a los tiros. Un taxista de La Plata estuvo a punto de morir a manos de un pasajero que, en lugar de pagarle el viaje, lo emboscó y le disparó cuatro veces a quemarropa. El brutal episodio ocurrió el domingo por la noche en la localidad platense de El Retiro y todavía conmueve a todo el sector de los trabajadores del volante.
La víctima, que milagrosamente resultó ilesa, logró escapar a toda velocidad del lugar y denunció el hecho en la comisaría. El atacante está prófugo y es intensamente buscado por personal policial.
Un taxista sufrió una descompensación mientras manejaba en Berisso, chocó contra un auto detenido en un semáforo y falleció poco después en el hospital.
Un delincuente simuló ser pasajero de un taxi, pero al llegar al destino amenazó al chofer y le robó dinero y el teléfono. Aún sigue prófugo.
Todo empezó con lo que parecía ser una noche más de trabajo. El conductor, de 76 años de edad, tomó un pasajero en la zona de 8 y 44, en el Casco Urbano de La Plata, y accedió a llevarlo hasta las inmediaciones de 159 y 44, como le había pedido.
Sin embargo, a mitad de camino, el pasajero le dijo que no tenía efectivo para abonar el viaje y le pidió, con aparente amabilidad, que lo acercara hasta la casa de su madre, en la calle 46 entre 160 y 161, en el corazón del barrio El Retiro. El pedido fue aceptado sin sospechas por el chofer, que en más de cuatro décadas al volante ya había escuchado todo tipo de excusas para no pagar. Lo que no imaginaba es que esta vez, el engaño terminaría a los tiros.
Al llegar al supuesto domicilio materno, el pasajero bajó del vehículo con la excusa de ir a buscar el dinero. Todo parecía normal hasta ese momento. El taxista apagó el motor y esperó, con la paciencia que los años y la experiencia dan. Pero en pocos segundos, la escena cambió de forma abrupta: el hombre regresó a paso firme, blandiendo un revólver cromado, y comenzó a gritar de manera exaltada. Sin dar tiempo a reaccionar, apuntó al vehículo y abrió fuego.
Fueron cuatro detonaciones, todas dirigidas al auto. A pesar del violento ataque, el taxista logró encender el motor y escapó a toda velocidad, sin siquiera mirar por el espejo retrovisor. La adrenalina fue su único combustible. No sufrió heridas, pero quedó en un profundo estado de shock.
La víctima llegó directamente a la sede de la Comisaría Decimocuarta, ubicada en la zona de Melchor Romero, donde radicó la denuncia y brindó detalles precisos del ataque. Los investigadores comenzaron de inmediato con las tareas de recolección de pruebas para dar con el agresor, que hasta este lunes por la mañana seguía prófugo.
El caso está siendo investigado por personal de la UFI 16 del Departamento Judicial de La Plata. Por ahora, la carátula es tentativa de homicidio y abuso de arma, aunque no descartan que el ataque haya tenido alguna motivación adicional aún no revelada.
Los investigadores analizan las cámaras de seguridad ubicadas en la cuadra para intentar identificar al sospechoso y determinar si efectivamente tenía vínculos con el domicilio donde bajó, o si todo fue parte de una puesta en escena para emboscar a su víctima.
En paralelo, se realiza un relevamiento de los registros de llamados y GPS del vehículo, para reconstruir con precisión los movimientos del taxi y el horario exacto del hecho. La Policía Científica ya intervino sobre el rodado, donde se preservaron los impactos de bala como prueba.
Mientras la causa judicial avanza, el conductor permanece en su casa, acompañado por su familia, en un estado de profunda conmoción. A pesar de no haber recibido impactos de bala, su vida cambió radicalmente en cuestión de minutos.
El caso generó un fuerte impacto entre los choferes durante este lunes por la mañana. El atacante, cuya identidad todavía se desconoce, tendría entre 25 y 35 años, y fue descripto por la víctima como una persona “delgada, de tez trigueña, con buzo gris y jeans”. Según los investigadores, la forma en que actuó, el tipo de arma y su actitud agresiva hacen suponer que podría haber estado bajo el efecto de alguna sustancia. No se descarta que tenga antecedentes penales.
Por estas horas, la Policía Bonaerense trabaja sobre varias hipótesis, pero el objetivo principal es identificarlo cuanto antes. En caso de ser detenido, se le imputarán delitos graves que podrían llevarlo a enfrentar una pena de hasta 15 años de prisión.
El caso es un nuevo llamado de atención sobre la inseguridad que viven quienes trabajan en la calle y una muestra más de la violencia que atraviesa los barrios del conurbano platense.