martes 18 de noviembre de 2025

La historia de Antonio Ortiz, el platense que vive en el Cenard y va por la gloria

Tiene 19 años y supo enfrentar muchas adversidades que le puso la vida. El deportista no vidente que se encamina a la élite, toma al “atletismo como un trabajo”, aunque tiene claro que de eso solo lamentablemente no puede vivir. A días de participar en los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019, el representante de La Plata buscará volver con una medalla y cumplir su sueño.

“Arranco a las 6.30. Me levanto y a las 7 voy a desayunar. De ahí me voy a entrenar. Entro en calor hasta las 8.30. Luego ya comienzo a lanzar, como hasta las 10. Una vez que termino en el campo, nos vamos al gimnasio hasta las 11.30. Después de eso llega el horario de almuerzo, descanso un rato y a las 17 ya parto a estudiar”, explica detenidamente el atleta Antonio Ortiz, a 0221.com.ar, sobre lo que es un día cualquiera en su vida, desde que el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo se transformó en su casa.

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Suena rutinario, agotador y hasta a algunos les parecerá monótono, pero no. Esa es la vida que lleva un deportista de alto rendimiento, el cual no puede llamarse “profesional” por el sólo hecho de que no le pagan por hacerlo. Sin embargo para Antonio el profesionalismo representa mucho más que obtener un rédito económico y por eso toma al atletismo como un trabajo, aunque lamentablemente no pueda ser su profesión. 

“Cuando tenía dos años me diagnosticaron cáncer ocular y a los cuatro perdí la visión por completo. A pesar de eso siempre estuve ligado a la práctica del deporte y conté con el apoyo incondicional de mi familia”, confiesa el platense de 19 años, quien será parte de la delegación argentina que participe en los VI Juegos Parapanamericanos de Lima 2019

Antonio Ortiz practica lanzamiento de disco y bala, y desde hace unos años se convirtió en uno de los máximos exponentes de nuestro país en estas disciplina en la rama de los paradeportes. “De muy chico participaba en los Juegos Bonaerenses y ahí fue que me vió uno de los representantes del Cenard. Estaba por cumplir los 16 años y él me acercó a un programa que me hizo tomar la práctica del deporte de manera más seria”, cuenta haciendo un poco de memoria, el joven atleta que en 2017 se trajo una medalla de oro y otra de plata del Mundial Juvenil Paralímpico, y que desde que terminó sus estudios secundarios se instaló por completo en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo. 

El atleta platense cuenta con una beca de la Agencia de Deporte Nacional, la cual cubre todos los gastos de alojamiento y comida dentro del Cenard, y le deja algunos pesos para manejarse en la diaria. “En la Argentina el atletismo no es un deporte profesional. Acá no te pagan por lo que hacés, sino que te dan un premio. Acá te dicen que ‘tenés que ir y competir solo por honor a tu país’, y no creo que sea así. Esto para mí es un trabajo y me gustaría que me lo reconocieran de otra manera”, explica y se sincera Ortiz, haciendo referencia a lo que ocurre con el atletismo en países de Latinoamérica como Brasil, Colombia y Cuba, entre otros, los cuales le dan definitivamente otra relevancia. 

A pocos días de viajar a Perú y afrontar la sexta edición de los Juegos Parapanamericanos, Antonio tiene como objetivo primordial conseguir una medalla, que no solo le dará la gloria y satisfacción de un resultado deportivo, sino que también le permitirá acceder a una beca por parte del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard)

Lejos de desanimarse por la falta de apoyo económico, el platense asegura que el atletismo en nuestro país ha ido avanzando. “Viene creciendo un montón en la Argentina y sobre todo en la forma de entrenar al atleta. Ahí hay un cambio radical y eso es muy importante. Ahora se nos forma diferente”, reflexiona el chico demostrando una gran madurez, que a muchos asombraría si se tiene en cuenta su corta edad. 

El próximo 16 de agosto, juntos a otros 221 deportistas argentinos, Antonio Ortiz pisará suelo peruano. Es la delegación más numerosa del paradeporte de nuestro país en un evento de esta magnitud y el abanderado será ni más ni menos que el tenista Gustavo Fernández. Allí el atleta platense estará representando a la ciudad, pero sobre todo buscará llevar la bandera albiceleste lo más alto posible, con el deseo latente de conseguir una medalla que le abra nuevas puertas y le permita seguir progresando en su carrera dentro del atletismo. 

 

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