La Argentina negocia un swap de USD 20.000 millones con Estados Unidos, anunciado por el secretario del Tesoro, Scott Bessent. Este mecanismo, que ya se aplica con China, permite reforzar reservas y asegurar liquidez en divisas. Se detallan su funcionamiento, objetivos, ventajas y las diferencias con otros instrumentos financieros.
El anuncio se realizó tras la reunión entre Javier Milei y Donald Trump. Bessent destacó que bajo la gestión de Milei se avanzó en la consolidación fiscal y la liberalización de precios, creando condiciones para el “histórico retorno de Argentina a la prosperidad”.
Según afirmó, la operación busca evitar una volatilidad excesiva en el mercado cambiario y fortalecer la estabilidad financiera.
¿Qué es un swap y cómo funciona?
Un swap entre bancos centrales es un acuerdo mediante el cual dos entidades monetarias intercambian sus divisas por un plazo determinado, con el compromiso de revertir la operación al final del período y a un tipo de cambio previamente pactado.
Etapas principales del swap:
- Intercambio inicial: un banco central entrega su moneda y recibe la extranjera
- Plazo de vigencia: los fondos se utilizan para reforzar la liquidez local
- Cierre de la operación: se devuelven las divisas recibidas junto con los intereses correspondientes
En cuanto a los objetivos y ventajas, se destaca que aseguran liquidez en moneda extranjera en momentos de escasez, se facilita el comercio bilateral al usar monedas locales sin pasar por el dólar, y se respaldan reservas internacionales y dar confianza a los mercados.
Por otra parte, las diferencias con otros instrumentos financieros tienen que ver con que no implica un préstamo tradicional, ya que el intercambio es reversible. En algunos casos, las divisas obtenidas no son de libre disponibilidad, sino destinadas a comercio bilateral. Suelen tener tasas de interés más bajas que la deuda externa emitida en los mercados internacionales.
La experiencia argentina con China
El Banco Central mantiene un swap con China vigente desde 2009, que fue renovado en abril pasado. La refinanciación aseguró hasta 2026 la disponibilidad de 35.000 millones de yuanes (USD 5.000 millones), evitando una reducción gradual de las reservas.
El acuerdo permite usar yuanes para pagar importaciones y sumar respaldo en un escenario de escasez de divisas. Según Bessent, el swap con China, equivalente a USD 18.000 millones, se extenderá un año más, aunque advirtió sobre el riesgo de acuerdos “rapaces” que Beijing firmó en África.
El BCRA explicó que la extensión del swap con China busca reducir riesgos durante la transición hacia un régimen monetario y cambiario sostenible. La negociación con Estados Unidos abre un nuevo capítulo en esta estrategia, con la posibilidad de reforzar las reservas y ganar respaldo financiero internacional.