Cinco años después del asesinato del músico y estudiante Santiago Ignacio Stirtz, una jueza de La Plata dictó sentencia y aplicó una dura condena. Este resultado fue adelantado por 0221.com.ar hace dos semanas.
La jueza Silvia Hoerr dictó la sentencia para Pablo Manavella y Facundo “El Rata” Guevara por el crimen del músico platense que conmovió al país.
Cinco años después del asesinato del músico y estudiante Santiago Ignacio Stirtz, una jueza de La Plata dictó sentencia y aplicó una dura condena. Este resultado fue adelantado por 0221.com.ar hace dos semanas.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) II de La Plata, a cargo de la jueza Silvia Hoerr, condenó a Pablo Ezequiel Manavella y Facundo Tadeo Uriel Guevara, alias “El Rata”, a 10 años y 8 meses de prisión de efectivo cumplimiento.
Stirtz tenía 34 años y fue atacado el 15 de diciembre de 2020 mientras circulaba en bicicleta por calle 47 entre 20 y 21, cuando los dos delincuentes lo interceptaron con la intención de robarle. En el forcejeo, Manavella le disparó en la cabeza. El músico agonizó durante horas en el Hospital San Martín y falleció la noche siguiente, el 16 de diciembre.
El crimen generó un fuerte impacto en la comunidad platense. Stirtz era estudiante de Arquitectura, trabajaba en el Rectorado de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y participaba en proyectos culturales.
La investigación determinó que, minutos antes de asesinar a Stirtz, los mismos sujetos habían asaltado el “Súper Kiosco 48”, ubicado en 48 entre 9 y 10, donde golpearon al encargado Milton Patricio Sobrino con la culata de un arma para robarle dinero y un celular.
Según el veredicto, Manavella ingresó al local armado mientras Guevara lo esperaba en la moto Honda Tornado blanca con asiento rojo. El asalto quedó registrado por cámaras de seguridad que más tarde fueron claves para reconstruir el recorrido de los agresores y vincular ambos hechos.
Los dos huyeron del kiosco y, pocos minutos después, en 47 entre 20 y 21, intentaron robarle la bicicleta a Stirtz. Ante la resistencia del joven, Manavella le efectuó un disparo a corta distancia, provocándole la herida mortal.
La detención de los implicados se produjo con rapidez. Guevara fue capturado el 17 de diciembre de 2020 en la localidad de San Carlos, en un operativo que incluyó el allanamiento de su vivienda, donde la Policía secuestró tres infladores y cubiertas de bicicletas de alta gama y un revólver calibre 22 cargado, el mismo tipo de arma utilizado en el crimen.
Manavella, en tanto, fue detenido semanas después, el 27 de enero de 2021, en una vivienda de 115 bis entre 514 y 515, en el Barrio Nuevo de La Plata. Vecinos lo habían señalado como uno de los “motochorros” que asaltaban ciclistas y comercios de la zona.
Durante el juicio, múltiples testigos, entre ellos familiares y vecinos, ubicaron a ambos acusados en el lugar del hecho. La madre de la novia de Guevara, Marta Susana Álvarez, reconoció la moto usada en el crimen como la que su yerno solía guardar en su casa.
La jueza Silvia Hoerr dio por acreditado que ambos imputados actuaron de forma conjunta y planificada, y los consideró coautores de los delitos de “robo agravado por el uso de arma impropia” (hecho 1, el kiosco) y “robo agravado por el empleo de arma de fuego en grado de tentativa en concurso ideal con homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego” (hecho 2, el ataque a Stirtz).
En su resolución, Hoerr subrayó la “gravedad del daño causado no sólo a la víctima directa sino también a su familia y a toda la sociedad platense”, y valoró como agravante la pluralidad de atacantes y la violencia desmedida empleada.
El fiscal de juicio Martín Chiorazzi había solicitado la homologación de un juicio abreviado acordado con las defensoras oficiales Fabiana Ripani y Gladys López, que fue aceptado por el tribunal. Además, se dispuso el decomiso del arma secuestrada, un revólver calibre 22, y las comunicaciones pertinentes al Juzgado de Ejecución Penal para el control de cumplimiento de la pena.
Durante el proceso judicial, la familia de Santiago Stirtz estuvo representada por el abogado Diego Dousdebes, quien acompañó cada instancia del expediente y de las audiencias.
El entorno del músico participó del proceso con visible emoción. Sus hermanas y amigos recordaron su pasión por la música, su compromiso con el estudio y su carácter solidario.
El asesinato de Santiago Stirtz dejó una huella profunda en La Plata. La noche en que fue atacado coincidió, irónicamente, con una “pedaleada por seguridad” convocada por colectivos de ciclistas para reclamar calles más seguras. El crimen, ocurrido apenas unas cuadras del centro, reveló el nivel de violencia con el que operaban bandas de motochorros en la ciudad.
Cinco años después, con los responsables condenados, el caso sigue siendo un símbolo del reclamo ciudadano por justicia y seguridad.