El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, habló este lunes sobre los 400 emprendimientos urbanos suspendidos por 180 días por la Municipalidad de La Plata: respaldó la decisión tomada por el intendente Julio Alak por considerar que los barrios "estaban fuera de regla" y advirtió que los desarrolladores que construyeron y vendieron sin la convalidación provincial cometieron una "estafa".
En la tradicional conferencia de prensa en la Gobernación, Bianco fue consultado por la decisión administrativa tomada por el jefe comunal platense, quien paralizó a 400 emprendimientos en marcha, en su mayoría barrios cerrados."Estaban fuera de regla, ese es el problema", respondió y aseguró que lo que ocurrió tanto en La Plata como en otros municipios es que los desarrolladores "empezaron a vender los loteos sin tener la convalidación municipal y provincial".
En este sentido, Bianco explicó que el procedimiento legal para cualquier tipo de urbanización que se quiera hacer y que no esté permitida por el Código de Ordenamiento Urbano del distrito en cuestión implica presentar un proyecto de ordenanza para hacer una excepción, rezonificar el espacio y poder así construir. Una vez aprobada la excepción por el Concejo Deliberante, el Municipio envía esa documentación a la Provincia y esta evalúa en el marco de la normativa vigente si está en condiciones para llevar adelante una construcción de ese tipo en ese lugar. Una vez que la Provincia lo valida, recién ahí se puede empezar a "vender" los lotes y a "poner el primer ladrillo".
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El ministro de Axel Kicillof sostuvo que en La Plata y también en otros municipios "la gente compra los terrenos y construye su casa de buena fe y luego se da cuenta de que no tiene la validación necesaria de la Provincia y que no se puede subdividir el macizo y, por ende, nunca podrá ser propietaria, por lo tanto la gente es estafada".
"Construye una propiedad fuera de regla, que puede tener problemas de inundación u otro tipo, pero ni siquiera la puede escriturar. En mi barrio eso se llama estafa y es lo que hacen muchos desarrolladores que no cuentan con la convalidación del Municipio o de la Provincia para llevar adelante estos desarrollos urbanísticos", señaló.
"La Municipalidad lo que hizo fue parar la pelota"
Bianco pidió a los desarrolladores que "cumplan la normativa" y aclaró que son las reglas vigentes desde hace mucho tiempo. "Pasa que es la política de los hechos consumados: avanzo, construyo y luego presiono en la Provincia para que me dé a habilitación. Y por ahí está construido sobre un humedal, por ejemplo, cosas que han pasado y la normativa nos impide construir en un lugar así porque después suceden las desgracias", subrayó.
Respaldó entonces la decisión de Alak y dijo que lo que se busca es "regularizar la situación". "Lo que hizo el municipio fue parar la pelota, analizar la documentación, ponerla en orden y en caso de que lo esté se retoma la construcción", dijo.
"En muchos casos se trata de estafas de los desarrolladores que hacen barrios privados porque venden terrenos que, en muchos casos, no están en condiciones de ser construidos. Es una estafa. Lo que estamos haciendo junto con La Plata es regularizar esas situaciones", cerró.
El exfuncionario que quedó en la mira
La suspensión por 180 días y la denuncia penal realizada en la Justicia abrió un panorama incierto tanto para los desarrolladores como para los que construyen, ya que no está claro qué pasará con los proyectos una vez concluido ese plazo. Mientras se tejen un sinfín de hipótesis, crece el malestar con un ex funcionario de la gestión de Julio Garro que era el enlace con el sector inmobiliario: Luis Barbier.
El decreto firmado por Alak suspendió el 10 de octubre las obras y los trámites administrativos de más de 400 barrios que se construyen en la ciudad. La suspensión alcanza a 76 ordenanzas relacionadas con cambios al Código de Ordenamiento Urbano (COU). Se trata de normativas que fueron presentadas durante la gestión de Julio Garro con el impulso del ex secretario de Obras y Servicios Públicos, Luis Barbier, quien se desempeñó en ese mismo cargo durante los dos mandatos de Juntos por el Cambio.
De bajo perfil, el ex funcionario manejó durante ocho años la lapicera que firmaba no sólo los proyectos inmobiliarios, sino también las obras públicas que se encararon en la ciudad desde la Comuna, lo que lo hizo forjar una estrecha con constructores, desarrolladores, ingenieros, arquitectos e inversores.
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Luis Barbier, durante su primera gestión al frente de Obras Públicas
Barbier, que además es hermano de la concejal de Juntos Lucía Barbier, fue una pieza clave en el avance de los permisos para los nuevos desarrollos inmobiliarios que, año a año, eran girados al Concejo Deliberante para asignarle indicadores urbanísticos a zonas rurales, donde el COU no permitía construir.
Los expedientes también llevaban las firmas de la secretaria de Planeamiento, María Botta, y del secretario de Coordinación, Oscar Negrelli. Sin embargo, el que manejaba el vínculo con los desarrolladores era Barbier.
