En los tiempos digitales que corren, las estafas virtuales se han convertido en un mal frecuente. El índice de cibercriminalidad aumenta, no solo en Argentina, sino en todo el mundo. Las empresas que operan en la esfera virtual se ven en la necesidad de incorporar tecnologías de ciberseguridad que bloqueen posibles ataques.
Los delitos de esta índole se dan con frecuencia, aunque algunos sectores detectan mayor cantidad de casos. Como sucede, por ejemplo, en el rubro del juego online; particularmente atractivo para los ciberdelincuentes por el gran caudal de dinero real que se mueve a diario en portales de casinos online.
Los mejores casinos online de Argentinason legales y cuentan con sistemas de seguridad digital. No obstante, es importante que exista educación en torno a este tipo de criminalidad, para que los usuarios puedan detectar posibles fraudes por sus propios medios y en diferentes ámbitos digitales. Repasemos algunas claves a continuación.
Fallas gramaticales y de ortografía
Una de las formas más fáciles de determinar cuándo un mensaje esconde un posible fraude virtual son las fallas gramaticales y de ortografía. A lo largo de los años, se ha detectado que muchos de SMS o correos fraudulentos llevan oraciones mal redactadas o errores de tipeo.
Esto sucede porque muchas de las estafas son ejercidas por personas que no necesariamente residen en el país y la traducción del contenido del mensaje se realiza de forma automática, lo que da lugar a que aparezcan errores. Si te llega un mensaje de este tipo, sospechá y, en la medida de lo posible, eliminalo.
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Enlaces sospechosos
Los enlaces sospechosos son un clásico. A casi todos nos ha llegado alguna vez un SMS con alguna invitación para hacer clic en una dirección URL, probablemente acompañada de una nota entusiasta que nos comunica que hemos sido ganadores de un premio, o algo por el estilo. Ahora, este formato de estafa se expande a apps de mensajería instantánea.
Este año, vecinos de La Plata, difundieron un aviso para prevenir sobre una nueva modalidad de estafa por WhatsAppque consiste en el envío de un botón que dice “unirme” simulando ser un enlace para formar parte de un grupo. Al parecer, es una maniobra fraudulenta para hackeo de dispositivos.
Solicitud de datos bancarios y personales
Por supuesto, en muchas ocasiones los mensajes y/o correos electrónicos te piden que suministres datos personales y/o financieros; de eso se tratan las estafas, de conseguir tu información para cometer fraudes para estafarte con dinero o suplantar tu identidad. Cuando la solicitud es tan directa, podemos darnos el lugar a la sospecha.
Pero cuando navegamos en internet para comprar algún producto o para jugar en sitios online, en donde es esperable que suministremos este tipo de información, es más difícil prevenir estafas. Por eso, si vas a comprar online o a jugar en casinos con criptomonedas, la nueva tendencia de ocio, verificá que las plataformas estén legalmente autorizadas para garantizar tu protección como usuario.
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Promociones demasiado buenas
Si hay algo que han demostrado los estafadores virtuales, es que saben cómo ser creativos. Saben qué promocionar y cómo hacerlo para captar la atención de posibles víctimas. Se suma el hecho de que utilizan la tecnología a su favor, implementando maniobras cada vez más sofisticadas y, por ende, difíciles de identificar y prevenir.
Entre las formas más clásicas de fraude se encuentra la difusión de promociones falsas. Para protegerte en el ciberespacio es clave practicar el cinismo: siempre que te ofrezcan una promoción buscá el beneficio que podría obtener a cambio la marca o la entidad que la propone. Si no lo encontrás, y la promoción es demasiado buena para ser real, descartala, es muy probable que se trate de una estafa.
Ingeniería social
Muchas estafas se dan a través de maniobras más artesanales que consisten en invertir tiempo para construir un vínculo de confianza con la víctima. A este tipo de manipulación se le llama ingeniería social; un concepto que emergió con fuerza durante la última década con el boom de las aplicaciones románticas.
No es fácil identificarlos, justamente porque se caracterizan por construir un lazo emocional que lleva a que las víctimas confíen en quien les escribe del otro lado de la pantalla. De todos modos, siempre hay guiños: los estafadores utilizan perfiles falsos con imágenes poco naturales sacadas de internet, evitan videollamadas y, en algún momento, solicitarán que les hagas un favor enviándoles dinero: ¡cuidado!