Una brutal pelea se desató este domingo por la mañana en la puerta de un boliche céntrico de La Plata, cuando un hombre borracho comenzó a provocar al personal de seguridad con una piedra en la mano. Hubo golpes, palos, piedrazos y al menos dos autos dañados, aunque no se registraron heridos de gravedad.
El violento episodio ocurrió cerca de las 6.30 en la puerta de La Casona, ubicada en 44 entre 10 y 11, y fue presenciado por varias personas que se encontraban en el lugar tras el cierre del boliche.
Según indicaron testigos a 0221.com.ar, el conflicto se originó cuando un hombre en evidente estado de ebriedad se acercó al personal de seguridad con una piedra en la mano y comenzó a gritarles: "Vengan, plántense ustedes que le pegan a los guachos y a las mujeres".
En un primer momento, los patovicas optaron por no intervenir, pero el joven continuó con los insultos. "Vos, pelado botón, que le pegás a los pibes", le gritó a uno de los trabajadores, quien comenzó a acercársele. Fue entonces cuando el agresor arrojó la piedra, que impactó contra un taxi y le provocó importantes daños.
Pelea a la salida de La Casona
Golpes, piedrazos y destrozos en pleno centro de La Plata
Tras el ataque, uno de los patovicas corrió hacia el hombre, lo tomó desde atrás pasándole el brazo por el cuello y otro empleado aprovechó que estaba inmovilizado para darle un cachetazo. La pelea se extendió hasta la avenida 44, ante la vista de los asistentes al boliche, varios de los cuales gritaban para que se detuvieran.
Luego de ser soltado, el hombre que inició el enfrentamiento no calmó su actitud. Por el contrario, se sacó la remera y continuó invitando a pelear al personal de seguridad, con el apoyo de otro joven, también borracho, que arrojó una baldosa.
El patovica, que a esa altura ya tenía un palo en la mano, logró esquivar el proyectil. Sin embargo, el primer agresor tomó la baldosa y volvió a lanzarla, esta vez contra un auto que estaba estacionado en la puerta del boliche.
El violento episodio terminó con al menos dos vehículos dañados. Pese a la intensidad de los disturbios, no hubo que lamentar heridos.