Tras un intenso operativo policial, cayó el hermano de uno de los ladrones de la triple fuga de General Alvear. El detenido quedó imputado por llevar a cabo una serie de robos de vehículos en La Plata que eran llevados a Berazategui para luego vender sus autopartes.
Los efectivos policiales lograron dar con el implicado y su compañero tras una profunda investigación que comenzó el lunes de la semana pasada, cuando una mujer denunció el robo de su auto Chevrolet Corsa mientras permanecía estacionado en 115 entre 40 y 41.
A raíz de este episodio, se revisaron las cámaras de seguridad de la zona y se pudo observar a los delincuentes que secuestraron el rodado para luego darse a la fuga por la Autopista La Plata-Buenos Aires hasta la localidad de Berazategui, donde dejaron estacionado el vehículo.
Durante la investigación, los agentes identificaron no solo al Chevrolet Corsa que había sido hurtado, sino también una camioneta Toyota Hilux y una Ford Ranger, ambas con pedido de captura activo en distintas comisarías de La Plata.
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Los vehículos robados en La Plata por los delincuentes de Berazategui.
Así desbarataron a los delincuentes de Berazategui
Pese a no poder establecer el domicilio de los ladrones, la Policía realizó una vigilancia permanente de los tres vehículos a la espera de que los delincuentes fueran a retirarlos. Finalmente, este miércoles en horas de la tarde los individuos llegaron al lugar a bordo de un Peugeot 206 y fueron interceptados por los efectivos, que los redujeron de inmediato.
Según revelaron fuentes policiales, uno de los involucrados fue identificado como Franco Daniel Schillaci, de 41 años y apodado "Bujía". Se trata del hermano de Víctor Schillaci, uno de los protagonistas de la triple fuga de General Alvear que revolucionó al país en diciembre de 2015.
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Así fue uno de los robos de los delincuentes en La Plata.
La Policía logró reconstruir el modus operandi de los delincuentes que fueron desbaratados en Berazategui. Una vez que sustraían los vehículos los dejaban estacionados en el lugar con el fin de verificar que no tuvieran ningún sistema de rastreo satelital. Luego, al constatar que no eran localizables, los retiraban para desarmarlos y vender sus autopartes o bien adulterar la numeración y comercializarlos a un precio reducido en el mercado negro.
El hecho fue caratulado como "hurto automotor reiterado" y la causa quedó en manos de la UFI N° 11 de La Plata, a cargo del fiscal Álvaro Garganta, quien solicitó el secuestro de los vehículos robados.