El jardinero Gustavo Javier Echeveguren quedó detenido e imputado por el homicidio criminis causa de la psiquiatra Virginia Franco en City Bell.
Por el caso de la psiquiatra asesinada en City Bell, el jardinero Gustavo Javier Echeveguren, de 38 años, fue imputado el último jueves por el delito de homicidio agravado criminis causa, una figura que contempla prisión perpetua. Ante el fiscal Álvaro Garganta, el acusado decidió no declarar y quedó formalmente detenido.
La investigación reconstruyó un conflicto previo entre la víctima y el acusado. El lunes 10 de noviembre, ambos habrían discutido por una diferencia de $30.000 vinculada al costo del trabajo realizado en el jardín de la vivienda de Virginia Franco. La psiquiatra, molesta por la situación, envió un audio al jardinero jubilado que antes trabajaba en su casa y que había recomendado a Echeveguren. “Es un irrespetuoso”, dijo la mujer en ese mensaje de voz.
El gobierno bonaerense dispondrá –tras una consulta ciudadana– una suba extraordinaria del 10% que se suma al 4,3% de la fórmula que se aplica todos los meses.
Testigos del juicio por la muerte de la mujer trans relataron agresiones, insultos transfóbicos y la vulnerabilidad de salud que conocía el acusado.
Tres días después, el 13 de noviembre, los investigadores creen que Franco sorprendió a Echeveguren dentro de su vivienda intentando llevarse algunas pertenencias. “Ya que no pudo cobrar lo que quería habrá dicho ‘el precio lo pongo yo’ y se quiso llevar algunas cosas”, señalaron fuentes vinculadas a la causa sobre lo que imaginan como el escenario previo al crimen.
La segunda autopsia, realizada por la Asesoría Pericial de la Suprema Corte bonaerense, confirmó que Franco murió desangrada tras recibir una puñalada en el cuello que le provocó una herida de seis centímetros debajo de la oreja izquierda. El cuerpo también presentaba múltiples lesiones defensivas, como cortes en el cuero cabelludo, la oreja izquierda, los párpados y cejas, además de una fractura en el dedo índice y hematomas en los brazos.
Las cámaras de seguridad permitieron reconstruir parte del recorrido del jardinero aquel día: se lo vio ingresar al barrio con una escalera y retirarse con la misma, además de una bicicleta y una mochila. No se llevó otros objetos de valor que quedaron en la vivienda, como alhajas, dos autos, una computadora y un televisor.
El cuerpo de Franco fue hallado el 15 de noviembre, dos días después de su muerte, cuando un amigo que no lograba contactarla alertó a la Policía y permitió el ingreso a la casa. En un primer momento surgieron dudas sobre si se trataba de un homicidio en ocasión de robo, pero el análisis de la escena, los testimonios y el audio enviado por la víctima reorientaron la pesquisa.
La jueza de Garantías Marcela Garmendia convalidó el pedido de detención formulado por el fiscal Garganta y sostuvo que existen “motivos bastantes” para sospechar la participación de Echeveguren como autor del homicidio. Aunque la magistrada indicó que aún restan pericias importantes para cerrar la hipótesis, consideró que los indicios reunidos permiten sostener la medida cautelar.
Echeveguren fue detenido el martes pasado cuando intentaba escapar hacia Tucumán. Tenía un pasaje para las 19 horas y un bolso armado al momento en que agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DDI) La Plata lo interceptaron en la esquina de su casa de City Bell. En el allanamiento posterior, los policías secuestraron ropa similar a la usada el día del hecho y varias herramientas, aunque ninguna se corresponde con el arma homicida.
El acusado fue trasladado a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 11 para su indagatoria, donde optó por no responder preguntas. Fue asistido por un defensor oficial, aunque se especula con que en adelante contratará un abogado particular y podría solicitar una ampliación de declaración.
Mientras la detención aún no está firme -se espera que sea apelada ante la Alzada-, Echeveguren aguarda cupo para ser trasladado a una Alcaidía Departamental.