Dos años después y tras un tortuoso y costoso proceso que incluyó la repatriación de los restos, sus padres y familiares viven con angustia y expectativa lo que ocurre al otro lado del Atlántico, en un país con un idioma extraño y sin traductores oficiales.
María Clara Urdangaray
María Clara Urdangaray con su papá, Facundo, poco antes de partir hacia España
En aquel momento, la noticia tardó un día en llegar a oídos de la familia y otras 24 horas en conocerse a través de los medios que se hicieron eco de la denuncia de su padre. "La pareja, tras agredirla brutalmente en varias oportunidades, la arrojó por del sexto piso del hotel y falleció en el hospital", denunciaba entonces Facundo Urdangaray.
El calvario de la familia
Comenzaba entonces un calvario que no termina para los familiares de María Clara, que solo quieren la máxima condena para el acusado. Primero, en la lucha por conseguir la repatriación de los restos, y después en la búsqueda de justicia. El consuelo tal vez sea el apoyo que recibieron en ese camino, en contraposición con no pocos desplantes de gente que les cerró las puertas.
Lograron dos meses y medio después del crimen que el cuerpo de la joven regresara para descansar en el Cementerio de La Plata. "Pese a tanta tristeza, queremos agradecer desde lo más profundo de nuestro corazón a cada persona que se solidarizó solo por la empatía de poder repatriar a nuestra hija", escribía por entonces en las redes sociales su mamá, Magdalena Delmonte.
Maria Clara Urdangaray y su mamá
María Clara Urdangaray en un paseo con su mamá
Pero tuvieron que esperar mucho más, casi 2 años, para que el 28 de mayo pasado empezara el juicio. Con la vida cotidiana prácticamente paralizada, Facundo y Magdalena dedicaron sus días a sostener y seguir a la distancia el proceso y finalmente pudieron viajar para estar en las primeras audiencias. "Sin la ayuda de la Municipalidad de La Plata, que escuchó nuestro pedido, no hubiésemos podido ir", se encargaron de remarcar los padres.
El crimen de María Clara Urdangaray
María Clara Urdangaray era hija única y estudiante avanzada de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) de las carreras de Abogacía y Traductorado de Inglés. En noviembre de 2022 se replanteó sus perspectivas de vida y decidió emigrar a España en busca de un futuro mejor. Allí trabajó como moza en Barcelona, donde conoció a Endrit Nika, un arquitecto de origen kosovar, nacionalizado en Suiza. Tras varios meses de noviazgo, se mudó con él a ese país.
A fines de julio de 2023, la pareja viajó a Kosovo para asistir al casamiento del hermano de Nika. Pocos días después, en la madrugada del 1° de agosto, Nika la habría arrojado desde el sexto piso del hotel que compartían y la joven murió en el hospital.
Después del hecho comenzaron a aflorar indicios de que la joven estaba sufriendo violencia de género: la familia reconstruyó los últimos meses de vida y pudo constatar que sin explicación María Clara había salido de algunos grupos de WhatsApp que compartía, además unos días antes le había dicho a su madre que su pareja había agredido verbalmente por demorar más de lo habitual en el supermercado y también que le había comentado a dos amigos que no podía "mandar audios".
Endrit NIka
Endrit Nika, el acusado por el femicidio de María Clara
El juicio en Kosovo
Fueron casi 2 años, mucho tiempo para transitarlo a la distancia y sin poder seguir el día a día el avance de la causa. El 28 de mayo arrancó el juicio en el Palacio de Justicia ubicado en calle Nekibe Kelmendi 10510 de la ciudad de Pristina. Delmonte y Urdangaray pudieron asistir a dos audiencias, pero tuvieron que afrontar una gran cantidad de trámites burocráticos.
El endeudamiento económico, viajar miles de kilómetros, dejar su casa sin saber cuándo terminará el proceso fueron parte del calvario que aún padecen pese a que volvieron a la Argentina. A todo eso se sumaron obstáculos ineludibles como la barrera idiomática, por el albanés que se usa en el juicio, y la falta de traductores, explicaron a 0221.com.ar los abogados argentinos de la familia, Lisa Rosselli y Adolfo Luna.
Familia Urdangaray
La despedida de la familia a Magdalena Delmonte y Facundo Urdangaray, en su viaje a Kosovo para participar en el juicio
Las audiencias orales se desarrollan ante el Tribunal de Primera Instancia, a cargo de Albina Shabani-Rama, y allí se buscan esclarecer los hechos y demostrar que Endrit Nika es el responsable del "homicidio agravado por el vínculo", puesto que "todas las pruebas apuntan en su contra".
Durante la primera audiencia, los padres de María Clara sintieron que el acusado Nika junto a su familia y allegados se mostraron "jocosos e indiferentes a su dolor". Remarcan que se manifestaban en forma provocativa y burlona, y muestran como documento de esa situación los videos que el portal de noticias Gazeta Demos publicó en sus redes sociales.
En esa jornada, el fiscal Armend Hamiti presentó los cargos y Nika negó los hechos y se declaró inocente. Luego prestó declaración la madre de María Clara, quien hizo mención a que su hija era víctima por parte del acusado de distintos hechos de violencia. Magdalena Delmonte había detectado un desmejoramiento tanto físico como anímico de su hija.
Para ese mismo día estaba citado Ismael Nika, el padre del acusado, pero su abogado defensor comunicó que no asistiría porque había sido intervenido quirúrgicamente. Aquello motivó un cuarto intermedio para el 2 de junio, para que pudiera declarar el hombre, y estaba previsto que se sume una testigo que era recepcionista del Hotel Sonoma, donde ocurrió el hecho, quien sin embargo no se presentó.
El presidente del tribunal ordenó que la testigo sea llevada por la fuerza pública, pero debido a la cantidad de juicios que se realizan en ese tribunal no se pudo acordar una nueva fecha dentro de ese mes. Un nuevo cuarto intermedio trasladó la próxima audiencia al 10 de julio.
Endrit NIka en el juicio por el femicidio de María Clara Urdangaray
Endrit Nika en la primera audiencia del juicio
Los gastos que implicaban permanecer en Kosovo llevaron a Facundo y Magdalena a regresar a La Plata. "Es muy difícil permanecer tanto tiempo en Pristina por razones económicas, además de nuestra situación emocional", cuenta Urdangaray.
Lo siguiente fue entonces pedir con antelación la posibilidad de presenciar la siguiente audiencia de forma virtual. "A pesar de nuestra insistencia, no tuvimos una respuesta favorable", lamento el padre de María Clara y, por eso, le pidieron a su abogado en Kosovo, Betim Shala -quien coordina el trabajo con los argentinos Luna y Rosselli-, que instrumente todo lo necesario para garantizar sus derechos como parte querellante.
Facundo Urdangaray y
Los padres de María Clara junto al abogado que los representa en Kosovo, Betim Shala
El 10 de julio se realizó la tercera audiencia sin que los padres pudieran estar presentes. Finalmente testimonió la empleada del hotel (identificada por sus iniciales E.Z.) además del dueño del lugar. Aunque sin precisiones respecto a lo que dijeron, el abogado de la familia trasmitió que resultaron favorables a la parte acusadora.
En esa última audiencia el presidente del tribunal fue informado del pedido de los padres de María Clara y accedió a proveer los medios necesarios para que puedan presenciar las próximas audiencias de manera virtual, previstas para los días 8 y 9 de septiembre. Está contemplado que en esa jornada declaren peritos forenses y los expertos en construcción, arquitectos e ingenieros de la Universidad de Pristina.
María Clara Urdangaray
María Clara Urdangaray tenía 27 años
"Queremos perpetua"
En medio del proceso en el que los familiares, amigos y seres queridos de María Clara esperan Justicia, su padre dice que es el amor por ella lo que les da las fuerzas para seguir peleando.
"Nadie nos devuelve a nuestra hija, ni la justicia del hombre repara nuestra pérdida. Y nadie nos borra de la memoria lo que esta bestia le hizo al arrojarla desde un sexto piso", dice Facundo a 0221.com.ar y habla del dolor "por su muerte tan cruel y tan violenta".
Por eso tiene una expectativa clara, que es la condena más alta para el acusado. "Hasta que su asesino sea condenado a perpetua no vamos a parar", dice y cierra: "No perdonamos ni olvidamos y, por eso, pedimos que el femicida Endrit Nika sea sentenciado con la pena máxima: perpetua".