María Clara Urdangaray tenía 27 años, era hija única de Magdalena y Facundo y tenía el sueño de recorrer el mundo. La falta de horizonte en la ciudad donde nació y se crió la llevaron a tomar una decisión de vida que nunca imaginó iba terminar con el fatal desenlace de su muerte en un país desconocido, cayendo de un sexto piso como presutna víctima de su pareja, quien la habría empujado después de una discusión.
María Clara es oriunda de City Bell, había viajado el fin de semana pasado a Kosovo para participar del casamiento del hermano del joven. Según el portal KosovaPress, la "ciudadana argentina murió como consecuencia de las heridas que recibió" al caer "desde lo alto del edificio donde se alojaba junto con el hombre sospechoso".
Su familia se vio sacudida por la noticia y nadie entre sus allegados imaginaba que esa relación, que arrancó en Barcelona y siguió en Suiza, podía tener semejante desenlace. "Es un año más chica que yo, así que siempre hemos tenido contacto muy cercano. Nunca nos dijo nada. Estaba muy feliz. Y lo loco y lo paradójico de esto es que ella todo el tiempo nos remarcaba lo que era la seguridad de allá: lo bien que se vive en Suiza", cuenta a 0221.com.ar Josefina, una de sus primas.
A más de 14 mil kilómetros de distancia su familia veía una pareja enamorada. "Siempre buenas referencias nos daba. Estaba enamorada, estaba re contenta. Se conocieron en Barcelona y se fueron a vivir a Suiza, de donde era él. Ella no trabajaba", cuenta su prima.
Por su personalidad era fuerte y según quienes la conocen de ningún modo hubiera permanecido en una relación marcada por la violencia de género. "Si algo no le gustaba, se iba y lo decía", dice su prima y recuerda que pese a ser hija única, con las presiones que eso genera en el vínculo con los padres, la joven dijo en un momento que se iba del país y lo hizo sin dudarlo: "Vendió su auto, agarró las cosas y se fue a ser feliz". "Ella tenía todas las condiciones para ser feliz y disfrutar allá porque era muy carismática, divertida, era muy alegre", la recuerda.
Ese perfil coincide con el que brinda Facundo, su padre: “Era un alma viajera, estaba feliz recorriendo Europa, no puedo creer que esté hablando de mi hija muerta allá con todo lo que hizo para poder llegar. De hecho me decía: ‘Papi, hacé el esfuerzo y venite aquí (por Barcelona y Suiza), allá está muy jodido el tema con toda la inseguridad’. No puedo creerlo”.
Cuando María Clara viajó a Barcelona, de inmediato encontró trabajo de camarera, empleo que le duró hasta marzo de este año. Pero su historia cambiaría hacia el desenlace trágico cuando decidió irse a Suiza con su novio. “Ella estaba bien allí, a la madre y a mí que estuviera en Barcelona nos daba cierta tranquilidad, porque sabemos que hay conocidos en los que se puede apoyar. Cuando avisó que se iría a Suiza, la idea no nos gustó y la madre le pidió por favor que no se fuera, que se quedara allí. Pero una piba de 27 años como ella se llevaba el mundo por delante, era una locomotora”, dijo su padre en diálogo con Clarín.
Hace unas semanas desde Berna, donde vivía, subió unas fotos en las que se la veía caminando por la calle durante la madrugada. “Qué lindo es poder caminar de noche y sentirme tranquila, sin tener que estar pensando en que me puedan matar por un teléfono”, escribió en sus redes.
En estos meses cumplió el sueño de conocer parte del mundo. Viajó a Atenas, París, Madrid. "Estaba en su salsa... Era lo que había soñado toda la vida. Pensá que cuando la acompañamos a Ezeiza era su primer viaje en avión. Y en nueve meses se comió el mundo”, lamenta Facundo.
La describió como una chica sociable, simpática, que tenía alguna que otra pareja, pero no quería saber nada con casarse. "Decía que el casamiento era para boludos" y no pensaba en ser madre. "Se esforzó, ahorró y se fue. Acá no veía futuro, decía que quería progresar, evolucionar. No puedo entender que tenga que volver a Ezeiza a buscar el ataúd”, cierra como lamento
EL CASO
Según el portal KosovaPress, la "ciudadana argentina murió como consecuencia de las heridas que recibió" al caer "desde lo alto del edificio donde se alojaba junto con el hombre sospechoso".
"Por decisión del fiscal de guardia, el cuerpo sin vida de la víctima fue enviado para la realización de la autopsia, mientras que el sospechoso fue detenido y puesto bajo custodia", confirmó ese medio.
Endrit Nika, el sospechoso, tiene 31 años, es arquitecto, aficionado al fútbol, las armas y las salidas con amigos. Por lo que se puede observar en su perfil, el joven tenía un buen pasar: auto propio, viajes, ropa cara.
