El arzobispo de La Plata, Víctor "Tucho" Fernández, fue designado por el Papa Francisco para trabajar en un Dicasterio en El Vaticano y próximamente viajará a Roma para quedarse a vivir en la Santa Sede. Este miércoles, fue entrevistado por 221Radio, donde brindó más detalles de su nuevo puesto, tuvo halagadoras palabras para con los platenses y reconoció haber sido muy feliz durante su paso por el obispado. Asimismo, sin titubeos y de cara a las elecciones, le dejó un claro mensaje a la clase política.
En una charla a corazón abierto, el Arzobispo contó que su sueño no es ser Papa sino que en un principio quiso ser maestro rural e ir al Norte, a lugares que "nadie quiere ir" y sostuvo "ni loco voy a ser Papa, pienso el sacerdocio a mi manera". "Había pensado en jubilarme antes de los 75 años para volver a escribir, a dar clases, hacer las cosas que me gustaban cuando era más joven, pero no asumir una tarea más importante", remarcó.
Siguiendo esa línea, sobre su vida en la ciudad de las diagonales y su paso por el Arzobispado local, Tucho contó que recorrió parroquias y barrios periféricos. "Se hicieron 15 capillas en los barrios periféricos. La gente de la periferia es mucho más afectuosa". También confesó que sale a caminar de civil "con anteojos y gorrita" y que, aún así, "me reconocen, me saludan y me piden bendiciones". Además, afirmó: "Resuelvo muchos problemas caminando".
"Me llevo recuerdos de muchos rostros, de gente buena. El platense tiene muchas características lindas, tiene cierta elegancia en el trato, cierta serenidad en el modo de llevar la vida y una serie de características que son típicas del lugar y lo caracterizan", refirió Fernández y remarcó: "Lo que más me llevo son esos estilos de las personas, cosas que me han dicho y me han enriquecido, cosas más humanas".

Respecto al escenario político que vive el país afectado por la disparada inflacionaria y la inseguridad, Fernández fue contundente y sentenció: "Hay mucho para hacer y mejorar en la democracia. Dado como está el país, hay que tener un poquito de grandeza y decir '¿cómo le arreglamos los problemas a la gente?' y debatir un camino de solución concretos de los problemas porque hay mucha gente sufriendo atrás de todo eso".
"Agradezco mucho, en estos años fui muy feliz, recibí mucho. Hice lo que pude, pido perdón porque sin duda uno se equivoca y a veces las cosas no salen como uno quisiera. A veces, uno no sabe qué hacer, a veces dice cosas que pueden hacer sufrir a alguien. Pido perdón porque yo no puedo ver sufrir ni a una mosca. Me cuesta matar un mosquito por más que me joda. Pido perdón", concluyó Tucho.

¿CÓMO SELECCIONARÁN A SU SUCESOR?
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La vacante que dejará Fernández en la sede arzobispal con su partida a Roma se llenará como la de cualquier otro centro obispado con el nombramiento directo del Papa
El sucesor debe tener más de 35 y no debe llegar a los 75, que es la edad en la que los arzobispos presentan la renuncia
Para la elección del sucesor se conforma una lista y se consulta por escrito a obispos, algunos sacerdotes, laicos y religiosos. Los mismos deben elegir a los candidatos que consideren que podrían ocupar ese cargo y justificar su elección
El Nuncio eleva la nómica con los candidatos más votados y se la hace llegar al Papa, que será quien elija al sucesor de Tucho
El candidato seleccionado se reúne con el Nuncio, quien le notifica de la decisión del Vaticano y le consulta si acepta ser nombrado por el Papa para ocupar el cargo
Finalmente, se lleva adelante la ceremonia de toma de posesión como arzobispo