El Concejo Deliberante de La Plata aprobó en la última sesión un pedido para que el intendente Julio Garro le pida al Gobierno provincial que todos los gimnasios y establecimientos destinados a la práctica, enseñanza o instrucción de actividades físicas o deportivas, sean considerados formalmente como "centros de salud física y mental", garantizando su funcionamiento con los protocolos correspondientes para evitar la circulación del coronavirus.
Se trata de una resolución que no fue aprobada por unanimidad, ya que fue rechazada por el Frente de Todos, y surgió después de un fuerte pedido de los responsables de gimnasios de la ciudad, quienes hace dos semanas expusieron sobre su situación en una reunión conjunta de las comisiones de Legislación y Salud.
Entre los fundamentos de la iniciativa, se plantea que "los centros de actividad física son agentes de salud y contribuyen al bienestar físico y psíquico de la población, especialmente en este momento, ya que hay evidencia científica de que la realización de actividad física regular y sistemática, fortalece el sistema inmunológico, siendo factor determinante para prevenir las formas más graves del COVID-19".
La actividad de los gimnasios, que había vuelto a cierta normalidad durante el verano, volvió a restringirse con los dos decretos presidenciales que establecieron restricciones en el marco de la segunda ola de de coronavirus. Muchos gimnasios debieron cerrar nuevamente sus puertas, pese a estar funcionando con un aforo del 30%.

La prohibición fue entonces para las actividades deportivas y recreativas en espacios cerrados, mientras que aquellas realizadas al aire libre no deben superar las 10 personas.
"Los gimnasios somos agentes de salud. No realizamos actividades recreativas ni deportivas. No se practican deportes, sino actividad física", fue el planteo del presidente de la Cámara de Gimnasios de Argentina (CGA) Fernando Storchi cuando aparecieron las medidas. Y lo que esgrimieron los representantes locales de la actividad ante el Concejo Deliberante.

Matías Ríos, presidente de la Cámara de Natatorios y Lorena Ribot de la Cámaras de Gimnasios sintetizaron la idea. "Se puede trabajar, se lo hace con mucha responsabilidad y el riesgo de que se produzca un foco de contagio es prácticamente nulo", dijo Ríos.
Ribot profundizó remarcando que "la actividad está reglada y realizada por instructores habilitados", por lo que consideró "muy grave" que la gente no pueda tener acceso a los gimnasios, "una actividad que les hace tan bien". Y aclaró que lo usuarios no van por "distracción o para pasar el rato, lo hacen porque tienen problemas físicos, incluso por problemas psiquiátricos, o simplemente porque les hace bien. Es una cuestión de salud".