Continúa la conmoción en La Plata luego de que un joven de 18 años fuera brutalmente atacado por un patota en la localidad de Abasto. Patricia Kotowski, mamá de Maicol, dialogó con 0221.com.ar y dio detalles acerca de la golpiza que su hijo sufrió y por la que quedó al borde de la muerte.
"Esto ocurrió el domingo 28 a la madrugada en 521 entre 209 y 210. Había una fiesta clandestina en una casa de esa cuadra donde fueron unas 50 personas, aproximadamente. Entre ellas, estaban cuatro muchachos que se cruzaron con mi hijo, que en ese momento iba con su hermano de 16 a un kiosco ubicado en la esquina. Uno de ellos quiso golpear al más chico y él saltó a defenderlo. Ahí fue cuando otros tres empezaron a pegarle", explicó la mujer.
Según contó, los agresores lo conocían ya que trabajaban juntos en una quinta de Arana. A pesar de esto, lo atacaron sin reparos: "Le dieron un piedrazo en la cabeza que lo dejó inconsciente. Al quedar así en el piso, le empezaron a pegar patadas, piñas y le reventaron un ladrillo hueco en la cabeza. Después vino otro que le pegó con una botella de vidrio en la cara. Eso le provocó todos los golpes que tiene en el rostro y la pérdida de la visión".
Lo cierto es que, tras la salvaje agresión, los implicados escaparon a toda velocidad del lugar y Maicol fue trasladado de urgencia por un vecino hacia el hospital Rossi. Patricia se enteró de lo ocurrido por teléfono y salió inmediatamente a buscar un remís que la llevara hasta el nosocomio: "La desperté a mi hermana porque tenía miedo y no quería ir sola. No sabía qué había pasado, me dijeron que estaba prácticamente muerto. Estaba desvanecido, tenía la cara cortada y el ojo completo lo tenía para afuera".

Horas más tarde, fue intervenido quirúrgicamente: "Le pudieron salvar el globo ocular, pero el iris se lo tuvieron que retirar. Por ende, quedó ciego", indicó la mujer. Afortunadamente, el joven recibió el alta el lunes por la tarde y actualmente se encuentra recuperándose en su casa: "Le tienen que poner una prótesis en la zona del ojo para que se vea más estético, le tienen que hacer una cirugía plástica. Tiene 20 puntos en la cara".
Sus agresores, en tanto, aún están en libertad. Por este motivo, Patricia busca que la Justicia actúe rápidamente porque tiene miedo que el hecho quede impune: "Los cuatro son de Chaco y vinieron acá a trabajar, no tienen familia en La Plata. Queremos que los agarren antes de que se puedan escapar", completó.