Paula Miehe tiene 32 años y nació en Misiones, pero hace 22 emigró con su madre y sus ocho hermanos a La Plata. Acá mismo formó su familia con Leandro y juntos tienen dos hijos: Mora, de 7 años, y Fausto, de 3. Ahora compite como una de las tres finalistas del concurso al Mejor Pan Dulce Artesanal de la ciudad que la vio crecer.
“Amo cocinar, cocino más dulce que salado. Mi marido y los nenes son muy dulceros”, es lo primero que confiesa a 0221.com.ar en una entrevista antes de la gran la final.
Paula vive en Gonnet, es empleada en una financiera y también es dueña de una historia particular, de resiliencia y mucha garra. Va por todo y tiene muy en claro que quiere salir de la competencia con la beca para cursar la Carrera de Pastelería profesional de Mundo Pastel bajo el brazo.
La competencia, organizada por 0221.com.ar, Masse Boulangerie, La Bollería y Mundo Pastel, seleccionará el mejor Pan Dulce Artesanal y pondrá a prueba las capacidades técnicas de las tres finalistas. Sabor, balance, leudado, ingredientes nobles y nada de conservantes son algunos de los factores que influyen en la decisión final.

“Si no me gano la beca, no tengo posibilidades de hacer el curso”, dice Paula en voz baja. Y cuenta: “Mi hermana hacía tartas de frutilla, de coco y de durazno. Yo siempre pensaba que me encantaría aprender”.
Paula terminó el secundario y no pudo seguir estudiando, le tocó otra realidad y tuvo que trabajar desde los 14 años. "Mi mamá no me podía ni pagar el boleto de micro. Trabajé muchos años en la feria paraguaya. Me pagaban 15 pesos en ese momento, y me compraba las fotocopias para el colegio, el boleto de micro y unas zapatillas de lona negras que me costaron 18 pesos y me tenían que durar todo el año", relata.
Su abuela era alemana y por la tarde hacía un pan dulce para que compartieran entre todos con una chocolatada. Ese es uno de los grandes recuerdos de Paula, marcado por el olor a masa casera y la levadura.

“El año pasado fue la primera vez que probé hacer pan dulce, el olorcito a casero y levadura, la naranja, me transportó automáticamente a cuando era chiquita”, relata y remarca que, desde ese momento, no paró más.
Su hermana la etiquetó en la publicidad del concurso de 0221.com.ar y se anotó. Grabó el video de presentación entrada la madrugada y con voz tenue, porque sus hijos dormían. Con confianza y una calma muy sutil que la representa, afirmó que “estaba segura” que la iban a llamar. Y al día siguiente sonó el teléfono.
-¿Cómo es tu relación con la cocina?
-Yo cocino para mi familia, y dulce sobre todo. Mi marido siempre me dice que tendría que tener un emprendimiento, pero no me dan los tiempos entre el trabajo y mis hijos para dedicarle tiempo a una empresa. Me di cuenta que hay cosas que demandan tiempo. Este año empecé a hacer pan dulce para vender por encargue. Tuve 18 pedidos y para mí fue un montón. La anécdota es que mi nene más chico no se dormía y eran las 2 de la mañana, dejé la masa de los pedidos leudando y cuando logré bajar de nuevo a la cocina, horas después, fui a la mesa y los paquetes de pan dulce estaban todos rebalsados y la mesa cubierta de masa. Me paré enfrente y me quería largar a llorar. Por suerte, había separado los sabores: con frutos secos, con frutas abrillantadas y con chocolate. Así que tuve que procesar nuevamente la masa. Pero por suerte quedaron buenísimos.

-La experiencia es prueba y error... ¿cuál es la receta que vas a presentar?
-Tal cual, de todo se aprende. Yo tenía una receta, que fui modificando a partir de probar y entender que quizá había ingredientes como el agua de azahar que había que moderar. Cada vez que amaso un pan dulce, me acuerdo de mi abuela, que nos daba el pan dulce con chocolatada. Mi pan dulce es simple, así como soy yo. Tiene chips de chocolate, que fue el primer pan dulce que les hice a mis hijos. Creo que tengo todas las de perder, porque es un pan dulce muy común a comparación con los de las chicas. Pero yo le puse mi esencia y mi conexión con mis hijos, que es el chocolate, es el amor que les tengo y me pareció que tenía que hacer ese.
-¿Por qué querés ganar el concurso?
-Estaría dispuesta a cambiar de rumbo, me cuesta trabajar desde mi casa en la computadora, porque el ritmo es complicado cuando hay chicos. Quiero estudiar, quiero aprender y Leandro siempre me repite: ‘Hacelo para vender, hacelo porque está muy bueno’. En mi casa no se desperdicia comida, así que mis recetas son justas y utilizo lo necesario. La verdad es que no tengo un emprendimiento, pero hago de todo, tartas, brownies y budines. Mi caballo de batalla es el budín hamburgués. Siempre que hay un evento o una juntada en lo de mi mamá o mis hermanas, la frase es: ‘traéte el budín hamburgués’.
EL CONCURSO
El concurso al Mejor Pan Dulce Artesanal de La Plata es organizado por 0221.com.ar. En esta segunda edición, tres finalistas se batirán por un premio de lujo con sus recetas del clásico de la mesa de las Fiestas. Quedaron seleccionadas entre 124 aspirantes y la ganadora se adjudicará una beca para cursar la Carrera de Pastelería Oficial de la reconocida escuela y tienda de repostería Mundo Pastel.
En la primera edición, Sebastián Renna se llevó el premio al Pan Dulce más rico de La Plata, Berisso y Ensenada. Ahora, Martina De Souza, Micaela Olivera y Paula Miehe se enfrentarán con sus técnicas y secretos sobre la mesa.
El concurso es auspiciado por Chocolates MAPSA y Tierra Bruta!, cuyos productos fueron utilizados para las concursantes durante la jornada de cocción junto a la pastelera Mariana Corbetta y el panadero de Berisso Juan Manuel Herrera.
También participan del evento Masse Boulangerie, Mundo Pastel y La Bollería.