martes 18 de febrero de 2025

Qué dicen los expedientes de Asuntos Internos sobre el caso Johana Ramallo

Dos sumarios permanecen activos en esta dependencia del Ministerio de Seguridad. Se abrieron con el objetivo de explorar la posible connivencia de policías bonaerenses en este caso.

La Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires tiene abiertos dos expedientes por el caso de Johana Luján Ramallo. Ambos se iniciaron para indagar en una posible connivencia policial en el caso, mucho antes de la aparición de los restos en Palo Blanco que, ahora se sabe, corresponden a la joven víctima.

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La primera de las Instrucciones Sumariales Administrativas (ISA) sobre el caso Johana que están encarpetadas en Asuntos Internos se abrió en diciembre de 2017. El disparador fue una nota publicada en El Día con el título "Hay proxenetas de la zona roja y policías involucrados en lo que pasa a mi hija". Esa nota se publicó en la edición papel del 18 de diciembre, cuando la causa por la desaparición de la joven llevaba dos meses en el fuero federal.

“Hay algo que la Policía y la justicia no quisieron investigar” es una de las declaraciones de Marta Ramallo, madre de la víctima, que se recogen en esta nota, además de su señalamiento puntual a la comisaría Novena de La Plata y su descripción sobre un circuito activo de proxenetas, dealers y policías en una de las zonas rojas de la ciudad. Es a partir de este material que se abre el primer expediente de Asuntos Internos sobre el caso.

La segunda de las ISA se abrió a fines de enero de 2018. El origen fue también una nota, esta vez del 28 de enero de 2018 en La Nación, con el título: "Johana Ramallo: la familia plantea la hipótesis de la complicidad policial".

Ahí se señalaba también a la comisaría Novena de La Plata, se hablaba de "aprietes policiales" sufridos por Marta Ramallo en el Hospital San Martín y se mencionaba que "oficiales de la Bonaerense la insultaron por señalar presuntas responsabilidades de uniformados en el caso de su hija". Es a partir de esta nota que se abre el segundo expediente en Asuntos Internos.

Las ISA se inician de oficio, como en este caso, o a partir de denuncias de particulares o anónimas, por mal desempeño del personal policial (corrupción, abuso de autoridad, violencia, indiferencia policial, etc.). Los expedientes pueden terminar en sanciones o ser archivados. Los del caso Johana están activos, pero sin imputados. En su curso se realizaron algunas tareas investigativas, por ejemplo sobre determinados vehículos.

Algo llamativo que surge de estos sumarios es que la querella fue convocada al menos cuatro veces en el marco de estas actuaciones, pero no concurrió, y los puentes quedaron rotos. "Nos llamaron del Ministerio para que fuéramos, pero la familia se negó a tener contacto con la Policía", confirmó una fuente de la querella consultada para esta nota.

Tampoco existió contacto de los investigadores judiciales con Asuntos Internos, según informaron, consultadas para esta nota, fuentes calificadas de ese organismo que está bajo la órbita del Auditor General Guillermo Berra. Si bien el rumbo de los sumarios policiales es independiente del que tenga la Justicia, en algunos distritos se establecen relaciones colaborativas entre los auditores y los fiscales o jueces penales.

El caso Johana Ramallo, una historia donde se funden la pobreza en las periferias de La Plata, la prostitución, el narcotráfico y la violencia machista, tuvo su primera novedad importante los primeros días de mayo de 2019, cuando en la causa que tramita en el juzgado federal a cargo de Adolfo Ziulu se supo que Johana no estaba más desaparecida. Pero los restos en los cuales se identificó por ADN a Johana se habían encontrado ocho meses antes en Palo Blanco. Así, quedó al descubierto una cadena de negligencias que hizo perder ocho meses de investigación.

Los restos aparecieron con veinte días de diferencia y a tres kilómetros de distancia entre sí, y no producto de la investigación sino por la denuncia de lugareños en la comisaría Segunda de Berisso. Aún no fue esclarecido por qué esos fragmentos, íntimamente ligados entre sí, peritados en la morgue policial de La Plata, que depende de la Policía Científica, no se asociaron en la justicia provincial. Tampoco por qué no se los cotejó en esa instancia con la búsqueda de una mujer desaparecida. Los sumarios de Asuntos Internos sobre el caso Johana a los que accedió este medio no abarcan a este entramado sobre los restos, su estudio y su cadena de custodia.

En cuanto a por qué pasaron tantos meses entre esos hallazgos –que se habían publicado oportunamente en medios locales y nacionales– y su conexión con el expediente Johana, en el marco del hermetismo que caracteriza al caso unos y otros se culpan. Se habla de "cortocircuitos" entre determinados protagonistas del caso, de "desidia judicial", de "desconexión con el expediente" o de "falta de voluntad" para hacer tal o cual diligencia. Pero no existió hasta ahora una explicación oficial.

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