La cuarta votación del segundo día del Cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco arrojó resultado positivo al emitirse la fumata blanca del Vaticano, señal de que hubo consenso entre los cardenales electores para definir el sucesor del papa Francisco.
Pasadas las 18 el humo blanco se alzó en la Capilla Sixtina y miles de fieles aplaudieron y gritaron al ver la tan esperada señal, que estuvo acompañada del redoble de las campanas de la basílica de San Francisco.
Ahora, todas las miradas están puestas en el balcón de la iglesia, para conocer la identidad del 267° pontífice y sucesor de Francisco. En los próximos minutos, el cardenal protodiácono, el francés Dominique Mamberti, desvelará su nombre con el anuncio "Habemus papam", antes de que el nuevo pontífice imparta su bendición "urbi et orbi" (A la ciudad y al mundo). Tradicionalmente, esto ocurre entre 30 y 60 minutos después de la señal.
Tras la fumata blanca, se dio inicio a una serie de ceremonias para marcar el comienzo de un nuevo papado. La Guardia Suiza Pontificia, el ejército más pequeño, más antiguo y más fotogénico del mundo por su espectacular uniforme multicolor, dio la vuelta en la plaza de San Pedro.
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Al rededor de 1.400 millones de fieles esperan para ver quién será el nuevo Papa. Saldrá al balcón de la iglesia del Vaticano.
Su designación formal tendrá lugar días después de su elección. Los dos últimos papas han sido investidos en la Plaza de San Pedro.