En una de sus primeras actividades como pontífice, León XIV rezó ante la tumba de Francisco en Santa María la Mayor y visitó Genazzano.
En una de sus primeras actividades públicas, el papa León XIV visitó la tumba de su antecesor, Francisco, en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma. El pontífice se arrodilló y rezó en silencio ante el sepulcro, cumpliendo así un gesto de fuerte carga simbólica, dado su estrecho vínculo con el papa argentino.
El homenaje tuvo lugar poco después de una sorpresiva visita al santuario agustino de la Virgen del Buen Consejo, ubicado en Genazzano, en las afueras de la capital italiana. Allí fue recibido con ovaciones por cientos de fieles que lo saludaron con emoción.
Alberto Bochatey recordó su amistad con el nuevo papa León XIV, reveló un mensaje reciente y repasó la visita del Sumo Pontífice a La Plata en 2013.
El papa León XIV participó de una misa en la Catedral platense en 2013. Fue invitado por su amigo, monseñor Bochatey, a días del nombramiento de Francisco.
Según informaron medios locales, el vehículo que trasladaba al papa ingresó por una entrada lateral de la basílica romana, protegida por una verja, y fue recibido en el interior con el himno pontificio. Durante la breve ceremonia, también estuvo presente Robert Prevost, nombre secular del nuevo pontífice.
En horas de la mañana del sábado, el flamante Papa había mantenido un encuentro con los cardenales que lo eligieron como sucesor de Pedro. En esa ocasión, instó al colegio cardenalicio a continuar con el legado de Francisco, destacando la “valiosa herencia” del argentino y la necesidad de promover el “cuidado amoroso de los débiles” y un “diálogo valiente”.
Más tarde, a las 16:00 hora local (11:00 en Argentina), el papa llegó al santuario de Genazzano para una visita privada. El templo, gestionado por la Orden de San Agustín, guarda una imagen histórica de la Virgen del Buen Consejo, de gran relevancia para dicha congregación y para la memoria de León XIII.
Luego de un encuentro privado con la comunidad religiosa del lugar, el pontífice salió a la puerta de la basílica para saludar y bendecir a los fieles congregados. No fue la primera vez que visitó este sitio, ya que también lo hizo en otras etapas importantes de su vida eclesiástica, como su consagración como prior, obispo, cardenal y ahora papa.
El Vaticano confirmó también el escudo y el lema elegidos por León XIV para su pontificado. El escudo, adoptado previamente durante su consagración episcopal, está dividido diagonalmente: en la parte superior, sobre fondo azul, se ve un lirio blanco; en la parte inferior, sobre fondo claro, aparece un libro cerrado con un corazón atravesado por una flecha, símbolo vinculado a la Orden de San Agustín.
El lema del nuevo papa será “In Illo uno unum” (“En Él, somos uno”), una frase tomada de un sermón de san Agustín, específicamente de la Exposición del Salmo 127. Con esta elección, León XIV reafirma su identidad espiritual y teológica profundamente ligada al pensamiento agustiniano.