Una ONG advirtió que el nuevo COUT aprobado en La Plata carece de planificación sustentable y podría generar serios impactos ambientales.
La organización Nuevo Ambiente cuestionó el nuevo Código de Ordenamiento Urbano y Territorial (COUT), impulsado por el intendente Julio Alak y aprobado recientemente por el Concejo Deliberante de La Plata; y advirtió que la normativa no es sustentable desde lo ambiental y fue tratada sin el tiempo ni el debate necesarios.
De acuerdo con la ONG, el nuevo COUT "no representa un Código sustentable en lo ambiental", puesto que su análisis se realizó en un lapso reducido y sin una planificación seria que contemple el crecimiento urbano junto con la infraestructura necesaria para sostenerlo.
El nuevo COUT fue votado este martes en medio de una sesión caliente con arduo debate de los concejales. Los principales cambios y los posicionamientos.
El Colegio de Arquitectos cuestionó el nuevo COUT de Julio Alak, denunció falta de participación y advirtió que la aprobación “insulta la inteligencia”.
"Cuando desde la Intendencia ingresaron el proyecto al Concejo Deliberante planteamos la falta de transparencia, previsibilidad y tiempo para su análisis", expresaron en la organización ambientalista y detallaron que el pedido de participación de profesionales e instituciones civiles fue rechazado.
En la misma línea, consideraron que "el nuevo Código no debería haberse enfocado solo en si hay dos pisos más o dos pisos menos, sino que su elaboración debió ser más profunda e integral" y advirtieron que el COUT carece de diagnósticos sólidos sobre la infraestructura básica existente y la que aún falta desarrollar, una falencia que –según señalaron– compromete cualquier planificación urbana a mediano y largo plazo.
Entre los puntos críticos mencionados por Nuevo Ambiente también se encuentran la ausencia de un sistema de movilidad sostenible y la falta de una visión regional acorde al rol de La Plata como capital de la provincia.
La organización expresó también su preocupación por la situación del cordón frutihortícola y su zona de influencia. En ese marco, la ONG alertó que podría profundizarse la depresión de las napas de agua subterránea para consumo y su contaminación, ante la falta de controles sobre el riego y la expansión de invernaderos. Ese escenario, indicaron, se agrava por la reducción de la capacidad de absorción del suelo, lo que "amenaza con provocar emergencias en una ciudad que ya sufrió una trágica inundación".
Por último, lamentaron a su vez que la nueva normativa no incluya incentivos para promover construcciones ambientalmente sustentables. "No se incorporó ningún tipo de bonificación para fomentar energías alternativas, techos verdes, recuperación de agua o corredores verdes", profundizaron al respecto y advirtieron sobre la falta de protección de las planicies de inundación cercanas a arroyos.
El proyecto de reforma al COUT fue aprobado tras negociaciones a contrarreloj entre el oficialismo y los bloques opositores de la Unión Cívica Radical (UCR), Propuesta Republicana (PRO) y La Libertad Avanza (LLA). En ese marco, el Ejecutivo aceptó introducir cambios en los dos puntos más cuestionados: las alturas máximas permitidas para construir y el Coeficiente de Unidades Funcionales (CUF).
La iniciativa incorporó observaciones de distintos espacios políticos y de instituciones vinculadas al urbanismo, como la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), el Colegio de Arquitectos y el Consejo Consultivo para el Desarrollo Local, que habían expresado críticas sobre criterios de alturas, densidades y límites de unidades funcionales por lote.
Entre los principales cambios se flexibilizaron las alturas, manteniendo el tope de diez pisos pero ampliando las zonas habilitadas, y se eliminó la superficie mínima promedio por unidad en lotes de hasta 200 metros cuadrados. Además, se estableció que los expedientes ingresados previamente no serán alcanzados por la nueva normativa.