El líder del campeonato Agustín Canapino participó junto a otros pilotos y al intendente Julio Alak de una colorida exhibición por Plaza Moreno.
Este cronista nada sabe de autos. Es lo primero que se me ocurre aclarar, y lo digo en tercera persona tal vez para exculparme, aunque no hace falta conocer de bujías, filtros de aire ni correas de distribución para describir los menos de quince minutos de adrenalina que se vivieron este jueves al mediodía en La Plata, alrededor de Plaza Moreno.
Bajo un sol caliente como el motor de las máquinas del Turismo Carretera y más de 33°C de sensación térmica flotando en el aire, un numeroso grupo de personas se agolpó frente al Palacio Municipal para recibir con gritos y aplausos a Agustín Canapino, el piloto de Chevrolet que lidera la tabla y es uno de los que tiene chances de consagrarse este fin de semana en el Roberto Mouras de nuestra ciudad.
El actor estadounidense Johnny Depp estuvo en La Plata y sus fans deliraron a su paso. Amor, arte y corazones rotos tras la suspensión de actividades.
La presentación de los autos del Turismo Carretera en Plaza Moreno enloqueció a los fanáticos del automovilismo en La Plata.
A su lado estaba el intendente Julio Alak, quien continúa de esta manera desfilando con figuras de la cultura y el deporte. Semanas atrás, en ese mismo balcón se abrazó con el actor estadounidense Johnny Depp y hace poco con La Mona Jiménez. "La Plata se pone en el primer lugar de la cultura y el deporte argentino", dijo el jefe comunal previo a ingresar a su despacho.
Eran las 11.45 cuando los seguidores del oriundo de Arrecifes y el resto de los fierreros aplaudieron y gritaron como en la popular, anunciando la aparición del piloto. "Está Colapinto", dijo una agente de Control Urbano que observaba la escena desde la plaza. La misma confusión con la que otras de sus compañeras no supieron explicar los detalles de esta exhibición: "No sé", "no sabemos", "creo que ya terminó", "no sé", contestaron cuando les pregunté si después de las vueltas por la plaza ocurriría algo más.
Cualquier coincidencia con las tareas que realizan día a día por el centro, el lugar preferido de los autos y las camionetas que disfrutan de la impunidad del estacionamiento en doble fila, es pura casualidad.
Al margen, la mini carrera. La atención se la llevó no solo Canapino, sino también los platenses Gastón Mazzacane y Nicolás Moscardini, quienes manejaron los autos que dieron las dos vueltas bordeando el punto fundacional de la ciudad. Uno de los vehículos fue la histórica coupé que perteneció a Juan Manuel Bordeu, automovilista de Balcarce y de una gran amistad con Juan Manuel Fangio, que fue campeón del TC en 1966.
Al mediodía, Canapino cruzó calle 12 y caminó como un ídolo entre las personas que tenían preparadas sus hojas y lapiceras para los autógrafos. Bajo una catarata de fotos con los celulares, el piloto se subió a su Chevrolet y encendió el motor, marcando el primero de los truenos que se escucharían en los próximos quince minutos. "Escuchá lo que es ese ruido", dijo emocionado un señor muy contento y muy transpirado, al costado del espectáculo. Para los fanáticos de este deporte, es como gritar un gol.
Primero arrancó uno, luego otro, después otro, otro más y por último el restante. Los motores chillaron lo suficiente como para duplicar el calor que calentaba el asfalto como aviso previo de lo que será el verano en esta ciudad. Pero fue maravilloso, todos lo celebraron.
En el asiento del acompañante del auto de Bordeu viajaba Alak, quien de esta manera también daría una vuelta por la plaza.
Cuando partió el primero de los autos, muchos empezamos a correr para atravesar el lugar en el que Dardo Rocha colocó la piedra fundamental el 19 de noviembre de 1882. Creímos que podríamos llegar a ver a las máquinas pasar a orillas de la Catedral. Qué ilusos. Quedamos todos a mitad de camino porque los autos dieron una pequeña muestra de lo que son capaces de hacer y con una breve aceleración por calle 14, se esfumaron y desaparecieron, para retomar la vuelta por 54 y así repetir el recorrido una vez más.
En los costados de la plaza, varias camionetas azules y negras de Control Urbano organizaban el tránsito en el peor horario para conducir por el centro de la ciudad.
Después de la exhibición, los pilotos se sacaron fotos con la gente y el intendente dijo unas palabras protocolares. A pocos metros quedaron estacionados la coupé de Bordeu, el Ford Falcon campeón de Juan Manuel Silva, el Chevrolet de Canapino, el Camry de Andy Jakos y el Challenger de Martín Vázquez.
Quienes sí pudieron ver el espectáculo en primera persona fueron algunos de los recién recibidos, que posaban para las fotos embadurnados en harina, huevos, aceite y papel picado, junto a sus amigos y familiares. Una técnica en sonido y un enfermero, entre otros flamantes profesionales, coronaron uno de los días más felices de sus vidas con el rugir de los motores a su lado.
Hoy ellos terminaron sus carreras, mientras que este fin de semana los pilotos correrán la suya, la última de la temporada. Y así saldrá un nuevo campeón. Postales de una ciudad que en menos de un mes recibió a Depp, a La Mona, a las estrellas del TC, y que como yapa tendrá el lunes a un Gimnasia - Estudiantes que promete ser histórico.