Uno de ellos fue el padre de una de las víctimas que declaró por teleconferencia. Se vienen los alegatos.
El juicio oral por falso testimonio agravado para Marcelo Tagliaferro y Patricia Luján Godoy, testigos del cuádruple femicidio de La Loma, avanzó este miércoles con una serie de declaraciones que terminaron profundizando las inconsistencias del remisero.
La jornada comenzó con el testimonio del padre de Marisol Pereyra, una de las cuatro víctimas del cuádruple femicidio junto con Bárbara Santos, Micaela Galle y Susana De Barttole. Aunque había sido propuesto por la defensa de Tagliaferro, sus dichos terminaron profundizando las dudas sobre la conducta del remisero.
Se cumplen 33 años del cuádruple femicidio que conmocionó al país y la herencia de las víctimas de Barreda sigue en disputa entre la Provincia y la familia.
El testigo confirmó que el primer contacto con Tagliaferro se produjo después de que este declarara en sede policial que no pudo reconocer a nadie. Relató que lo convocó al estudio del abogado Fernando Burlando, donde funcionaba la representación legal de la familia Pereyra. Allí hablaron sobre la causa, pero aclaró que el remisero nunca mencionó a Osvaldo Martínez. Sostuvo que recién se enteró por los diarios que Tagliaferro había señalado públicamente al joven como responsable del crimen.
Además, ratificó que en el estudio de Burlando se organizó la conferencia de prensa vinculada a la recompensa de 300 mil pesos, trámite que —según se demostró en el juicio— Tagliaferro inició pese a haber asegurado en 2014 que no tenía interés personal en el resultado del caso.
El siguiente testigo fue un antiguo empleador del remisero, quien recordó un episodio en el que Tagliaferro fue víctima del robo de una suma de dinero destinada al pago de patentes. Explicó que debió presionarlo para que radicara la denuncia correspondiente y lo definió como un "mitómano", alguien habituado a inventar hechos y sostener versiones contrarias a la realidad.
Este perfil coincidió con lo declarado días atrás por un psicólogo de la Asesoría Pericial, que habló de un "corte psicótico" capaz de alterar o acomodar la realidad según sus propios intereses.
También declaró un vecino del departamento de calle 28 entre 40 y 41, escenario del cuádruple femicidio. Dijo conocer a las víctimas y saber que Bárbara Santos mantenía una relación de pareja. Esa madrugada, según relató, se levantó para buscar a su hijo que estaba en una fiesta y no observó movimientos extraños ni personas merodeando.
La audiencia cerró con el testimonio de una prima del remisero, residente en Merlo. Contó que Tagliaferro la visitó el domingo posterior al crimen y no mencionó absolutamente nada de lo ocurrido. Agregó que no era una persona confiable, que no tenía ocupación estable y que "era un vago", lo que sumó otro elemento a la caracterización personal del acusado.
El fiscal Mariano Sibuet, junto con los abogados Horacio Samamé, Sebastián Chouela y Belén Chapur que representan a Osvaldo Martínez, quien fuera detenido y estigmatizado al inicio de la causa pero luego absuelto, medida confirmada por el Tribunal de Casación Penal bonaerense y la Suprema Corte provincial. La defensa de Tagliaferro está a cargo del abogado Gonzalo Escaray, mientras que Flavia Ripani ejerce la defensa oficial de Godoy.
Con la prueba ya producida y una serie de testimonios que terminaron debilitando la postura de Tagliaferro, el juicio ingresará este jueves en su etapa de alegatos. Allí las partes expondrán sus conclusiones antes del veredicto del Tribunal. Si no surgen demoras, el proceso podría quedar en condiciones de veredicto en los próximos días.