La pobreza en el Gran La Plata aumentó durante el primer semestre de 2025, en contraste con la baja general registrada en el país, según el último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Mientras a nivel nacional la incidencia cayó a 31,6%, en la región subió y se mantiene por encima del promedio.
De acuerdo con los datos oficiales, en la región se contabilizaron 331.287 personas bajo la línea de pobreza, lo que representa el 35,2% de la población urbana. Esta cifra significa un incremento en comparación con el 37,3% del segundo semestre de 2024, cuando se habían relevado 349.855 personas.
En cuanto a la indigencia, el informe mostró que 75.423 personas –equivalentes al 8% de la población– no lograron cubrir la canasta básica alimentaria. Este registro también marca un aumento respecto del 7,3% medido en el semestre anterior, cuando la cantidad de indigentes era de 68.232.
El contraste con la baja de la pobreza a nivel nacional
A nivel nacional, en cambio, el relevamiento del INDEC mostró una fuerte caída de la pobreza, que alcanzó al 31,6% de la población –casi 15 millones de personas–, es decir 6,5 puntos menos que en el segundo semestre de 2024. La indigencia también descendió a 6,9%, 1,3 puntos por debajo del período previo.
En los 31 aglomerados urbanos relevados, se encuentran por debajo de la línea de pobreza 2.456.090 hogares, que agrupan a 9.451.018 personas. De ese total, 565.821 hogares no logran cubrir la canasta básica alimentaria, lo que representa a 2.051.984 personas en situación de indigencia.
El contraste entre los datos nacionales y los locales evidencia que el Gran La Plata no siguió la tendencia de mejora que se verificó en el país. Pese a que los ingresos promedios de la región crecieron un 16,8% en el semestre, hasta alcanzar los $524.358 por persona, no alcanzaron para revertir el impacto de la inflación en los hogares más vulnerables.
La suba de precios en alimentos y servicios básicos sigue presionando sobre los sectores de menores recursos. Esto explica por qué, aun con mejoras nominales, la cantidad de personas en situación de pobreza e indigencia se mantuvo elevada.
El informe del INDEC marca así una nueva alerta para el área que abarca La Plata, Berisso y Ensenada, donde los indicadores sociales continúan por encima de la media nacional. Las próximas mediciones serán clave para determinar si esta brecha se acentúa o si la región logra sumarse a la recuperación observada en otros puntos del país.