Renato Nicolini tenía apenas 18 años y una vida por delante. Había terminado el secundario, practicaba kickboxing y se ocupaba de un negocio familiar en Chascomús. Todo cambió el 25 de abril pasado, cuando sufrió un accidente en moto que le provocó un traumatismo de cráneo y debió ser trasladado de urgencia al Hospital Italiano de La Plata. Allí comenzó una pesadilla.
Según relató su madre, Sol Francese, el joven ingresó intubado y con respiración asistida. Desde el primer momento recibió fentanilo para mantenerlo sedado. Aunque su estado era grave, con el correr de los días empezó a mostrar signos de mejoría: abrió los ojos, intentó sentarse y respondió a estímulos. Sin embargo, todo se complicó con un cuadro de fiebre persistente.
"El tercer día de internación comenzó con fiebre. Le cambiaron un catéter y le dieron antibióticos, pero luego detectaron neumonía en el pulmón izquierdo", detalló Francese, que es enfermera, en diálogo con La Nación. Según explicó, por los tiempos clínicos, esa neumonía no podía haber sido causada por la ventilación mecánica y se trató de una bacteria intrahospitalaria.
La fiebre no cedía, y pese a múltiples medidas -antitérmicos, compresas, mantas frías-, el cuadro neurológico de Renato se agravó. El 1° de mayo le realizaron una craneotomía para descomprimir su cerebro. Resistió la cirugía, pero al día siguiente dejó de mostrar respuestas. El 3 de mayo fue diagnosticado con muerte cerebral y, tras confirmarlo el Cucaiba, sus órganos fueron donados.
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Renato Nicolini tenía apenas 18 años y una vida por delante. Murió en el Hospital Italiano de La Plata, víctima del fentanilo contaminado
La revelación del fentanilo contaminado
Durante la internación, nadie les mencionó la palabra "fentanilo" como un posible problema. Pero días después de la muerte de Renato, un comentario entre familiares de otro paciente alertó a la madre. Fue entonces cuando, acompañada por su tía abogada, pidió una reunión con el director del hospital, quien confirmó que Renato había recibido medicación adulterada.
"El hospital sabía desde el 29 de abril que estaba contaminado y nunca nos lo dijeron. Ocultaron información vital cinco días mientras mi hijo luchaba por su vida", denunció Francese.
Renato fue una de las víctimas del lote de fentanilo adulterado producido por el laboratorio HLB Pharma, según la investigación judicial en curso. Hasta el momento, hay 52 muertes confirmadas y más de 90 personas afectadas en distintos puntos del país. La familia Nicolini se presentó como querellante en la causa, junto a otras tres familias y el propio hospital.
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Renato practicaba kickboxing y se ocupaba de un negocio familiar en Chascomús
Una cadena de responsabilidades
Para la familia, la responsabilidad no es única: involucra al hospital, a la droguería, al laboratorio y a quienes gestionan las compras de insumos médicos. "El hospital no lo hizo a propósito, pero tiene responsabilidades por las que debe responder", aseguró la madre.
En redes sociales, Sol expresó su dolor e indignación: "Las disculpas se aceptarían si hubieran sido transparentes. Ocultaron información importantísima. Así que de mi parte no hay disculpas aceptadas".
Mientras la Justicia avanza, el caso de Renato se suma a una larga lista de víctimas de un brote sanitario sin precedentes. Para su familia, no es solo una estadística: es una vida perdida y un reclamo que no se callará. "Quiero que se sepa la verdad, saber cómo se contaminó ese fentanilo y que todos los responsables respondan", concluyó Francese.