El 27 de noviembre de 2011, cuatro mujeres fueron asesinadas en un PH de 28 entre 40 y 41: Micaela Galle (11 años), su mamá Bárbara Santos (29), su abuela Susana de Bárttole (29) y la amiga de la familia, Marisol Pereyra. La escena, marcada por sangre, gritos y una llamada al 911, sacudió al barrio y al país entero.
Aunque el autor material, Javier "La Hiena" Quiroga, fue condenado a perpetua en 2014, la investigación dejó capítulos abiertos. En paralelo, Osvaldo "Alito" Martínez, novio de Bárbara y más conocido como el Karateca, fue acusado entre las primeras horas del caso, pero terminó absuelto en 2016 tras caerse todas las pruebas en su contra.
Víctimas de la Hiena
Micaela Galle, su madre Bárbara Santos, su abuela Susana de Bárttole y la amiga de la familia, Marisol Pereyra.
Ahora, el expediente vuelve a tomar impulso con el inicio del juicio oral por falso testimonio agravado contra dos testigos clave: el propio Tagliaferro y Patricia Luján Godoy. Ambos aportaron declaraciones que apuntaron directamente a Martínez en los primeros días de la investigación.
Los dos "testigos" clave del crimen en La Loma
Tagliaferro fue el remisero que esa noche trasladó a Marisol hasta la casa de Bárbara y dijo haber visto a Martínez salir del lugar del crimen con el torso desnudo. Godoy, por su parte, era vecina de Martínez en Melchor Romero y aseguró haberlo visto descender de un auto desconocido esa misma madrugada. Pericias posteriores descartaron por completo ambas versiones.
Marcelo Tagliaferro
El fiscal Mariano Sibuet y el abogado de Martínez, Sebastián Chouela, pedirán las penas más altas previstas para ambos, que pueden llegar a 10 años de prisión.
En la defensa del hombre absuelto insisten en que el juicio es clave para exponer posibles presiones, sobornos o motivaciones vinculadas a la recompensa ofrecida en aquel momento.
Osvaldo Alito Martínez
Osvaldo Martínez estuvo detenido durante más de un mes por la acusación del remisero
En el entorno de Martínez remarcan que estas nuevas audiencias podrían abrir líneas de investigación sobre responsables aún no identificados. Aseguran que es indispensable que el debate sea público y sin dilaciones, porque el caso —uno de los más impactantes de la última década— todavía guarda zonas oscuras que las familias de las víctimas y el propio Martínez esperan esclarecer.