Anulan la condena al peón rural sentenciado en La Plata por criar un ternero perdido y ordenan un nuevo juicio
Casación hizo lugar a la revisión presentada por dos abogados de La Plata. Anuló la condena, el rechazo del hábeas corpus y la defensa va por la libertad.
En un fallo trascendental que cuestiona las bases procesales de una condena, la Sala IV del Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires resolvió anular el juicio contra Matías Ezequiel Rival y ordenó la realización de un nuevo debate oral en La Plata. La decisión constituye un triunfo jurídico para la defensa, que desde un principio denunció vicios procesales y la ausencia total de pruebas.
El origen del caso se remonta a una causa por abigeato (robo de ganado), en la que Rival fue acusado de haber sustraído un ternero de una semana de vida. Por ese hecho fue condenado y el joven denunció que no fue bien asesorado por la defensa oficial.
Con la condena dictada en un polémico juicio abreviado asumen la defensa los abogados Ignacio Fernández Camillo y Francisco Sánchez Peralta, quienes sostuvieron de manera constante que no existía ninguna prueba material, testimonial ni pericial que vinculara a Rival con el hecho. A pesar de ello, fue condenado en una sentencia que los letrados calificaron como "la ignominia suprema de la burocracia punitiva".
Los aguerridos letrados presentaron sucesivos recursos, incluyendo un hábeas corpus que fue denegado por la Sala I de la Cámara de Apelación y Garantías de La Plata. Frente a esto, interpusieron una acción de revisión y un recurso de Casación ante el máximo tribunal penal bonaerense, argumentando graves violaciones al debido proceso, al derecho de defensa y, fundamentalmente, la ausencia de una audiencia oral con la presencia del acusado en la etapa recursiva, un principio garantizado por la Constitución Nacional y los tratados internacionales de derechos humanos.
Matias Rival
El trabajador Matías Rival tendrá un nuevo juicio oral y la defensa va por su pronta libertad
El fallo de la Casación que lleva a un nuevo juicio
En un acuerdo detallado, la Sala IV del Tribunal de Casación resolvió declarar admisibles tanto la acción de revisión como el recurso de Casación interpuestos por la defensa. A su vez, hizo lugar a la acción de revisión, anulando la sentencia condenatoria (el "resolutorio en crisis") y ordenando el reenvío de la causa a la instancia de origen. El tribunal inferior deberá integrarse debidamente y sustanciar un nuevo juicio. Se aclaró que no habrá costas para esta etapa.
También anuló el pronunciamiento de la Sala I de la Cámara de Apelación que había rechazado el hábeas corpus, y reenviar el tema para que se dicte un nuevo fallo "con carácter de urgente" y ajustado a lo dispuesto por la Casación, también sin costas.
El fallo se fundamenta en una robusta batería de garantías constitucionales y convencionales, citando expresamente el artículo 18 de la Constitución Nacional, el artículo 8.2.h. de la Convención Americana de Derechos Humanos (que garantiza el derecho a recurrir el fallo ante un tribunal superior) y el artículo 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, entre otras normas del Código Procesal Penal bonaerense.
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Implicancias y próximos pasos
La decisión no solo representa la posible recuperación de la libertad para Matías Rival después de un proceso que sus defensores consideraron injusto desde el inicio, sino que también sienta un precedente significativo sobre la obligatoriedad de respetar las formas procesales y el derecho a la oralidad en todas las instancias, incluida la casación.
El caso vuelve ahora a foja cero. La instancia de origen –el tribunal que originalmente condenó a Rival– deberá organizar y llevar a cabo un nuevo debate oral y público, donde la fiscalía tendrá la carga de probar, esta vez con estándares de legitimidad cuestionados por el máximo tribunal, los cargos que se imputan.
La causa 16556, conocida en los pasillos judiciales como "el caso del ternerito", se transforma así en un ejemplo de la puja entre la burocracia judicial y las garantías fundamentales, con un final –por ahora– esperanzador para la defensa.