Estudiantes y Vélez disputaron la final de la Supercopa Internacional donde la niebla impidió que el partido se juegue con normalidad y complicó el uso del VAR.
La densa niebla que cubre el Gran Buenos Aires complicó el desarrollo de la final de la Supercopa Internacional entre Estudiantes y Vélez. El partido se juega en Avellaneda, donde la visibilidad se redujo drásticamente y el VAR quedó fuera de funcionamiento, obligando al árbitro a detener el juego para evaluar la continuidad junto a los capitanes.
La final de la Supercopa entre el Pincha y el Fortín se está disputando bajo condiciones climáticas extremas, debido a una intensa niebla que afecta a la provincia de Buenos Aires. El encuentro se desarrolla en el estadio Libertadores de América, donde la visibilidad se vio comprometida desde el inicio del partido.
A la espera de lo que será el regreso de Gerónimo Rulli a Estudiantes, el nuevo dueño de arco es Fernando Muslera, que tomó una decisión especial.
El Gran Buenos Aires sigue lidiando con una espesa niebla, que también se instaló en el estadio donde jugarán Estudiantes y Vélez.
La niebla se intensificó notablemente durante el entretiempo, y en el segundo tiempo prácticamente imposibilita la visión desde distintos sectores del campo de juego. Ante esta situación, el árbitro Darío Herrera mantuvo al menos tres reuniones con los capitanes de ambos equipos para definir los pasos a seguir. Hasta el momento, el partido continúa en juego a pesar de las condiciones adversas.
Además, durante uno de estos intercambios, el juez principal comunicó que el sistema de asistencia arbitral por video (VAR) quedó fuera de servicio debido a la niebla, lo que representa un factor clave que puede incidir en el desarrollo del partido.
La combinación de clima y tecnología afecta el normal desarrollo de la competencia, mientras los equipos intentan adaptarse a un contexto inusual para definir al campeón de esta edición de la copa.