El Pincha pisó fuerte en Rosario y consiguió un valioso triunfo que llegó envuelto en clima caliente desde antes del inicio. Estudiantes no solo se impuso con autoridad en el campo de juego, sino que además dejó un gesto político contundente al realizar el pasillo del campeón de espaldas y con brazos cruzados, en protesta por el pedido de la AFA.
El partido comenzó a las 17.30 en el Gigante de Arroyito, luego de una previa plagada de condimentos: desde la difusión del mensaje motivacional de Juan Sebastián Verón hasta la imagen de una persona del club local tirando agua bendita en el VAR y en distintos sectores del campo.
Apenas la pelota empezó a rodar, quedó claro que el encuentro sería intenso y disputado. Estudiantes mostró firmeza defensiva, concentración y un plan claro para incomodar al reciente campeón.
El golazo de Edwuin Cetré que cambió el rumbo
La apertura del marcador llegó a los 30 minutos del primer tiempo, cuando Edwuin Cetré definió de primera dentro del área con un derechazo ajustado al palo más lejano de Jorge Broun, que nada pudo hacer ante la precisión del remate. El tanto puso justicia a un trámite parejo, pero con un Pincha más decidido para golpear.
Rosario Central Estudiantes festejo gol 4
Edwuin Cetré festeja el gol para Estudiantes.
Juan José García
Con esa ventaja, Estudiantes se fue al descanso luego de una etapa inicial más luchada que jugada, pero en la que supo capitalizar la chance más clara del partido. En el complemento, el León sostuvo la ventaja con orden y sacrificio.
Facundo Farías estuvo muy cerca de poner el 2 a 0 tras una gran jugada individual, pero perdió el mano a mano frente a Broun.Pese a los intentos del Canalla, Estudiantes resistió con firmeza y cerró un triunfo de enorme valor deportivo y emocional.
Así sigue el camino de Estudiantes
Con esta victoria, Estudiantes se metió en los cuartos de final del Torneo Clausura, donde deberá visitar a Central Córdoba de Santiago del Estero. El equipo mostró carácter, convicción y temple para competir en un contexto adverso, en un partido que combinó fricción, polémica y un desenlace celebrado a puro desahogo.
El Pincha no solo se llevó tres puntos decisivos: también dejó un mensaje político claro en un fin de semana atravesado por tensiones con la AFA y un pasillo del campeón convertido en símbolo de protesta.