Instalado en la comodidad del departamento en el barrio de Caballito, Carlos Bilardo se dispuso a ver la final de la Copa Argentina donde terminó festejando el triunfo y la coronación de Estudiantes con la victoria sobre Defensa y Justicia.
Instalado en la comodidad del departamento en el barrio de Caballito, Carlos Bilardo se dispuso a ver la final de la Copa Argentina donde terminó festejando el triunfo y la coronación de Estudiantes con la victoria sobre Defensa y Justicia.
Teniendo en cuenta esto, fue su hermano Jorge quien dio detalles en diálogo con el Programa Madero Sports, donde remarcó la alegría de Carlos Bilardo, pero también, el pedido especial que hizo para el 2024: “Vimos la final de la Copa Argentina con Carlos por la tele. Estábamos los dos solos con el enfermero, lo vio tranquilo. Gritamos el gol, se puso contento, pero me dijo que este campeonato no sirve para nada. Él quiere ganar la Libertadores e ir a Dubai”.
Sin dudas que será uno de los objetivos de Estudiantes para la temporada que se viene, sumado a la Copa de la Liga, la Supercopa Argentina, la Copa Argentina nuevamente y la Liga Profesional. Será un 2024 muy cargado para el equipo de Eduardo Domínguez que ya confirmó su continuidad en el cargo de DT.
Carlos Bilardo sufre una enfermedad neurológica causada por un aumento de líquido cefalorraquídeo en los ventrículos o cavidades del cerebro. Al aumentar el líquido, lo que ocurre es que los ventrículos aumentan de tamaño y aumenta la presión dentro del cráneo al comprimirse el tejido cerebral colindante, lo que conlleva complicaciones neurológicas.
Debido a esto, su estado de salud fue motivo de preocupación desde que ingresó el jueves 31 de mayo del 2018 a la Instituto Fleni con un cuadro confusional transitorio. Con el correr de las horas, los especialistas confirmaron que padecía el Síndrome de Hakim-Adams, una enfermedad neurodegenerativa que suele presentarse en hombres mayores a los 60 años.
Días después de ser diagnosticado, Carlos Bilardo fue operado con éxito, prolongando así su vida. Con el correr de los meses y el tratamiento recibido, dejó la clínica donde se encontraba internado y pasaba sus días bajo un estricto cuidado, para pasar a vivir en un departamento en el barrio de Caballito, muy cerca de su esposa Gloria y de su hija Daniela, y tiene atención médica permanente, y donde recibía visitas permanentes de sus seres queridos y amigos con los cuales pasaba buenos momentos más allá de sus limitaciones físicas.