miércoles 30 de abril de 2025

Nafta llega a Noches Capitales: "El último recital en La Plata fue uno de los mejores que tuvimos"

Después de su presentación en Atenas, y en el marco de una nueva edición de Noches Capitales en el Hipódromo, Nafta volverá a La Plata el 26 de abril.

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La banda argentina de soul Nafta se presentará el sábado 26 de abril a las 21 en el Hipódromo de La Plata en el marco de una nueva edición de Noches Capitales. El recital será al aire libre y contará con Palta and The Mood como grupo invitado en la apertura del espectáculo.

Las entradas anticipadas pueden conseguirse a través del sistema Livepass y en la boletería del Teatro Ópera, ubicado en calle 58 N° 770. El show forma parte de la gira nacional con la que el grupo continúa promocionando su segundo disco de estudio, "Nafta II".

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La banda, que comenzó su recorrido en 2016, ha tenido un crecimiento sostenido, con presentaciones en festivales y dos funciones agotadas en el Teatro Gran Rex. Con "Nafta II", refuerza su propuesta artística y consolida su identidad musical.

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Nafta vuelve a presentarse en La Plata en el marco del festival Noches Capitales

Nafta vuelve a presentarse en La Plata en el marco del festival Noches Capitales

El nuevo álbum contiene 12 temas, e incluye influencias del R&B y hip-hop. Al igual que su primer disco, el lanzamiento está acompañado por una película dirigida por Pablo Rojzman, que complementa las canciones y sus historias.

En diálogo con 0221.com.ar, Magamo, líder de la banda, comentó sobre los caminos de este proyecto musical: "La búsqueda era poder tomar ciertos sonidos o ciertas estéticas musicales y aportarle una lírica, unas letras en castellano, en nuestro idioma, y hablar de cosas un poco cotidianas de la vida".

Nafta vuelve a La Plata en una nueva edición de Noches Capitales

—¿Cómo nace el proyecto de Nafta y qué búsqueda conserva de ese origen?

—Nafta es un proyecto que se desprende de una banda más vieja que sigue en curso, que es Militante del Clímax. Hace más o menos diez años surge un poco la necesidad de encarar otros géneros emparentados con los que veníamos haciendo, que eran funk y rap, pero más orientado hacia el lado de la canción. Entonces, ahí un poco me encuentro con el soul y estos estilos. La búsqueda era poder tomar ciertos sonidos o ciertas estéticas musicales y aportarle una lírica, unas letras en castellano, en nuestro idioma, y hablar de cosas un poco cotidianas de la vida. Y así es como se fue encaminando la idea de Nafta. En un primer momento, la idea era solo hacer un disco, y después todo siguió creciendo y sacamos otro más y salimos a tocar por todos lados. La gente recibió muy bien la propuesta artística que hicimos.

—¿Cómo surgen y cómo se piensan esas fusiones de géneros tanto en la composición como en la puesta en escena?

—Es algo más genuino, de una búsqueda natural, personal, de la música que veníamos escuchando y de las cosas que nos interesaban en ese momento, con sus lenguajes. Ir explorando en cada tema alguna cosita distinta. Y después al juntar todas las canciones se arma un abanico de colores y de diversidad de sonidos que luego, en el recital, se termina poniendo sobre la mesa. Y queda algo muy lindo.

—¿Cómo fue este proceso de crecimiento para la banda? ¿Hubo algún antes y después, un momento clave?

—Sí, el crecimiento fue exponencial y muy loco. Fue muy hermoso también. Ya teníamos algunos aprendizajes incorporados de distintos proyectos o cosas que hemos encarado anteriormente, entonces fue apuntado con una vara muy alta. De alguna forma, logramos hacer algo que, para nuestros parámetros, está muy bien en cuanto a calidad, y las cosas que fueron pasando le hicieron justicia a eso. A tanto laburo que le pusimos y a apuntar bien alto. Un recital que recuerdo que fue muy bisagra fue el del Gran Rex, porque veníamos de la pandemia y la banda cada vez gustaba más, pero el último recital había sido en un festival, en algo más chico. La banda creció mucho a nivel público y fue la primera vez que tocamos con orquesta, que hicimos toda esa movida. Ese fue un antes y un después en cuanto al nerviosismo y a la apuesta artística. En un lugar tan emblemático y legendario era increíble.

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—Mencionás el esfuerzo y el trabajo detrás del crecimiento de la banda. ¿Cómo enfrentan las dificultades de la escena musical independiente en Argentina? ¿Qué oportunidades ven?

—Las dificultades son cosas con las que crecimos también. Nosotros siempre fuimos músicos independientes, nunca trabajamos para ninguna compañía ni ningún sello. De alguna forma, es un poco la manera en que se manejan las cosas acá, y uno se va acostumbrando también a remar en dulce de leche. Eso también es la forma de hacer las cosas. El primer video, el primer disco que sacamos, y el segundo también es la continuación, eso fue hecho con dos amigos de la vida, con dos pesos, con gente que se sumaba desinteresadamente y que apostaba por el arte. Incluso, los discos también son grabados muy caseramente. Esto no significa que tenga menos calidad, sino que es el desafío de lograr sonar profesional con las herramientas que uno tiene. Son todas cosas de hacer a pulmón, o remándola, que es un poco la realidad de la mayoría de las bandas del país. Son pocas las que pueden encarar una producción con un financiamiento externo.

—¿Qué rol cumple lo cinematográfico en Nafta y cómo se vincula con la música?

—Yo creo que muchas letras de Nafta son encaradas a veces como si fuesen un guion de cine, como si fuesen diálogos de una escena en particular. Entonces, con el tiempo, las canciones, a medida que se componían, se iba armando una historia y se empezaban a entrelazar todas como distintas escenas de una gran historia. De alguna forma, el complemento visual ayudó a hacer más sólida esa cuestión narrativa de que cada tema está describiendo una escena de una gran historia. Con el soporte de la imagen y también de ver la letra en los subtítulos, se va construyendo junto a la música una cosa que se termina de entender mucho mejor, o quedar más claro, o no tan encriptado, esta cosa de que los temas, todos relacionados entre sí, construyen una historia grande.

—¿Considerás que eso le aporta un valor agregado a Nafta?

—Yo creo que la película, los videos, terminaron de consolidar lo que sería la obra. Para mí, los discos, la obra de Nafta es eso: es la música y los videos. No es una decoración visual de la canción, es una parte fundamental del sentido que tiene todo. Después está la otra parte más escénica de interpretar la música, que va por otro lado. Pero, en cuanto a la obra, la parte visual termina de completarla.

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—Pensando en el show en La Plata, ¿cómo viven esta nueva presentación, distinta a la anterior en Atenas, ahora en el marco de Noches Capitales?

—Con mucha expectativa, porque la última vez en el Atenas, fue una locura. El recital fue uno de los mejores que tuvimos, por la energía de la gente. De alguna forma, te define todo, cómo está predispuesta la gente, cómo recibe las canciones, cómo reacciona. Se arma una retroalimentación entre la banda y el público que es fundamental. Eso te afecta mucho en el momento. Entonces, eso genera una energía entre la banda y el público y arma una cosa espectacular. Ahora tenemos la oportunidad de reencontrarnos con la gente de La Plata, junto a Palta and The Mood, que son amigos también, hacen tremenda música.

—Mencionaste a Palta & The Mood. ¿Cómo eligen con quiénes comparten escenario? ¿Qué importancia tiene que bandas tocan antes?

Está buenísimo compartir. A veces está bueno que, si hay una fecha con dos bandas, tenga un poco que ver un proyecto con otro. Y Palta es una banda que hace funk y lo hace muy bien. Las raíces musicales son las mismas, compartimos muchos gustos y mucho lenguaje musical, así que está bueno que haya una curaduría de que la noche tenga cierta estética sonora.

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