La Policía de La Plata investiga la muerte de un trabajador rural de 51 años que fue hallado sin vida en Abasto mientras realizaba tareas de poda. Menos de diez horas después, delincuentes forzaron el ingreso a su casa en Lisandro Olmos y se llevaron pertenencias, documentos y su teléfono celular.
Pasadas las once de la noche del martes, un vecino llamó a la Policía para denunciar que un hombre yacía inmóvil junto a una zanja sobre la calle 200, entre 32 y 33, en Abasto. A pocos metros, una herramienta a combustión seguía en el suelo, rodeada de ramas recién cortadas.
El hombre era un trabajador rural de 51 años que había salido a cortar ramas para ganarse el sustento diario. Efectivos policiales lo encontraron boca arriba, junto a una estructura de madera que usaba como resguardo. No había señales de violencia ni faltantes a simple vista. Solo su motosierra, una bicicleta inglesa y un cajón con cadenas permanecían junto al cuerpo.
La Policía llegó al lugar a las 23.30 y, minutos más tarde, personal médico constató el fallecimiento. Luego intervino la Policía Científica, que realizó pericias fotográficas, levantó huellas y registró cada detalle del terreno. Cerca de las dos de la madrugada, el cuerpo fue retirado hacia la Morgue Judicial. La causa fue caratulada como “Averiguación de causales de muerte”.
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Las primeras hipótesis apuntan a un posible accidente laboral, una descarga eléctrica o un problema cardíaco. El suelo estaba húmedo y la noche templada, lo que podría haber contribuido al desenlace.
Robo e indignación en La Plata
Mientras la familia buscaba respuestas, un nuevo golpe la sacudió. Al regresar a la casa del trabajador, ubicada en 53 entre 199 y 200, descubrieron que el portón estaba violentado y la casa, completamente revuelta. La hija del hombre relató que faltaba toda la ropa de su padre, una mochila, el teléfono celular y documentos relacionados con la compra de dos bicicletas. También notó que las velas usadas para ofrendas estaban tiradas y la llave principal había desaparecido.
Un tío de la víctima contó que, al acercarse al lugar del hallazgo en Abasto, había visto allí a una mujer que se retiró con una mochila. Según el relato, cuando más tarde le pidieron que devolviera los objetos, la mujer se negó, asegurando que se trataba de regalos. La familia sospecha que podría tratarse de una persona vinculada sentimentalmente con el fallecido.
Los investigadores trabajan en dos causas paralelas.
Foto: Ignacio Amiconi | AGLP
Los investigadores buscan establecer si la muerte fue efectivamente accidental o si hubo intervención de terceros. La coincidencia temporal entre el deceso y el robo encendió las alarmas. En el barrio de Olmos, los vecinos describen al trabajador como un hombre reservado, dedicado y sin conflictos. Dicen que tenía pocos bienes, apenas lo necesario para vivir, y que su motosierra –ahora en manos de la Justicia– era su principal herramienta de trabajo.