El productor y conductor televisivo Gerardo Rozín murió el último viernes a los 51 años, tras atravesar una dura enfermedad que lo obligó a abandonar varias veces el ciclo que lideraba en Telefe: "La Peña de Morfi". El 26 de diciembre de 2021, sin embargo, quiso estar presente en el último programa del año para llevar tranquilidad a sus seguidores y agradecer en persona a todo el equipo que lo acompañaba, sin saber que esa sería su última aparición en televisión.
Con la voz quebrada y entre lágrimas, el animador se despidió escuchó a cada uno de sus compañeros y finalmente cerró la edición con un conmovedor brindis que hizo emocionar a todos a ambos lados de la pantalla.
"Pensaba mientras venía para acá que, por algunas razones, el brindis personal por primera vez me lo guardo. ¿Por qué? Porque lo tengo bien. Es lindo tener el brindis bien. Lo tengo bien. Quiero a los que me quieren. Me quieren a los que quiero. Lo saben. Me ha ido bien en la vida. Voy derecho al laburo", arrancó Rozín con una copa en mano y rodeado de todos sus colegas, que se veían visiblemente emocionados. Y siguió: "Lo que ha pasado en estos dos años, de seguir adelante con un programa con música en vivo en pandemia. Nosotros nos juntamos y cantamos, y estamos en pandemia. Y seguir apostando a la música en este contexto y el apoyo que recibimos que, afortunadamente, pudimos devolver mostrando lo bien que nos fue. Fue un año muy exitoso".
"Tiene que ver con lo profesional, pero en mi caso, y no quiero aclarar más nada, también con lo personal", sostuvo al borde de las lágrimas y en referencia a los meses que por su salud no pudo seguir saliendo al aire. "Hay algo de lo que acá se ha generado que nos ha hecho bien. A nosotros y a mucha gente que pasó la pandemia, los enfermos, los muertos, mirándonos un ratito a nosotros porque sentían que la música los ayudaba. Esa mezcla rara, que ya dijimos el año pasado, hoy se repite. Con más esperanza, con mucha más alegría, con más vacunas y con ganas de salir rajando de todo esto", agregó mientras levantaba la copa.

"Pero quería ser muy puntual en el agradecimiento. Como lo quiero hacer con todos los compañeros y compañeras. Hacer este programa en vivo cinco horas es un dolor de tujes divino y sale loco, y nos gusta", remarcó destacando no solo la labor de quienes están delante de la cámara sino del enorme equipo de producción que trabaja con profesionalismo para garantizar cada edición. Y casi sin poder seguir hablando por la emoción reflexionó: "Si miran de lejos, programas de música donde alguien toca cinco temas seguidos es algo que no se usa más. No digo ni que esté bien, ni que esté mal. Pero esto que hacemos nosotros nos llena de orgullo y nos da felicidad. Sentimos que, cada vez que alguien descubre una canción, un músico o una letra que lo ayuda a ser más feliz, ¿sabés que sentimos nosotros? Que esa persona estaba sola y no está más sola. Porque tiene una canción".
"Los que amamos las canciones somos así. Cuando hacemos esta clase de programas sentimos que sacamos de la soledad y llevamos a la alegría, a la fiesta y al baile a un montón de gente", dijo sobre el final de su emotivo discurso. Y reforzó la excusa para levantar la copa: "Yo brindo por todo lo que dije y, por sobre todo, por la música. Lo que ha generado este programa, que nos tiene unidos, nos va a reencontrar el año que viene y nos permite decirles a ustedes, gracias por estar todos los años".