miércoles 12 de noviembre de 2025

Cómo sigue la increíble historia de dos platenses que viajan por el mundo en una combi

Facundo y Carolina se fueron de La Plata en 2018 y comenzaron una travesía repleta de experiencias y aprendizajes que ni la pandemia mundial pudo parar.

Dos platenses son protagonistas de un increíble viaje en combi por el mundo. Facundo Arias y Carolina Gastiazoro, más conocidos como Almas Kombinadas. Salieron de La Plata en una camioneta Volkswagen Camper en el año 2018 y comenzaron una travesía por todo el continente que ni siquiera una pandemia global pudo detener y que incluye a personajes inesperados como el mismísimo Pedro Troglio.

Como contó 0221.com.ar, los jóvenes de poco menos de 30 años están juntos hace más diez y se conocieron siendo muy chicos mientras estudiaban en la Escuela Primara Nº 1 de 8 entre 57 y 58. Cuando vivían en nuestra ciudad, Facundo trabajaba en una herrería de City Bell y Carolina era fotógrafa de eventos sociales, por lo que ambos tenían una estabilidad y una vida formada con amigos y seres queridos.

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Sin embargo, tras pensarlo y analizarlo un tiempo decidieron emprender la aventura que los tiene actualmente en Honduras, desde donde hablaron con 0221.com.ar y dieron detalles sobre su estilo de vida, cómo se adaptaron a la aparición del coronavirus y hasta la anécdota con el exentrenador y emblema de Gimnasia.

“El día a día es muy relajado a comparación de nuestra vida anterior. Sin embargo, muchos piensan que nos fuimos porque no nos gustaba nuestra vida y nada que ver, estábamos bien y estables, pero nos gustaba viajar y decidimos salir a conocer y dejar de un lado los horarios, rutina y obligaciones”, dijo Carolina y agregó: “Vimos en redes que la había gente que viajaba así, en motorhome, a dedo, en moto y nos animamos”.

Sobre el vehículo en el que se desplazan, precisaron que lo compraron en un colegio de monjas y trabajaron por dos años para convertirla en lo que terminó siendo su casa. Según explicaron, está equipado con un sillón-cama, muebles, bacha, cocina, garrafa, inodoro químico, panel solar para cargar batería, un tanque de agua con capacidad de 70 litros, una ducha y mucho más.

Se sustentan con la venta de fotos, cuadros, artesanías, con pulseras, gorras, relojes, y demás cosas que fabrican. Aunque tienen menos ingresos, afirmaron que su estilo de vida implica gastos inferiores: “No gastamos wifi, ni cable, no pagamos renta, luz ni agua, gastos fijos que uno tiene cuando vive en una casa”. “La gente piensa que uno gasta un montón de plata porque se lo imaginan como una vacación, estamos en playas y lugares paradisíacos pero no estamos de vacaciones constantes, no salimos a comer a restaurantes, no vamos a hotel, estamos en la combi, nos hacemos la comida y es otro estilo de vida”, remarcaron.

Si bien tomar la decisión de dejar una vida cómoda rodeada de familia y amigos es algo realmente difícil, lo destacable de esta pareja es que tuvo que hacerlo dos veces. Es que con la llegada de la pandemia las fronteras se cerraron, el mundo se paró y cambio: la incertidumbre los hizo pensar que podía ser el final de su viaje.

Al momento en que estalló el virus, Facundo y Carolina se encontraban en Costa Rica, viajando con otras personas de diferentes países que también llevaban una aventura parecida. Cuando todo se empezó a complicar, vieron cómo parejas que estaban en su misma situación abandonaban sus sueños, dejaban los vehículos al cuidado de alguien y se volvían a sus casas en Europa o a las regiones desde donde provenían.

“La pandemia obvio que afectó al mundo y a nosotros nos descolocó un poco y nos obligó a cambiar un poco la forma del viaje. Tuvimos la opción de volver en los vuelos de repatriación, cada uno podía volver a su país si quería, pero no nos cerraba y preferimos aguantar”, contaron sobre cómo fue que decidieron resistir a pesar de que el panorama internacional era cada vez más sombrío. Y no se arrepintieron: “Fue una buena decisión y hoy en día no nos arrepentimos nada porque la pasamos bien dentro de lo que fue la situación, pudimos trabajar, solventarnos y conocimos amigos. De hecho estábamos en Costa Rica, que fue lo que más nos gustó hasta ahora. Estuvimos mucho tiempo y nos atrapó tanto que no nos queríamos ir pero bueno, retomamos viaje y tal vez algún día volveremos”.

Los intrépidos platenses son fanáticos de Estudiantes y señalaron que, además de sus seres queridos y la comida, una de las cosas que más extrañan es ir a la cancha para alentar al Pincha. Sin embargo, en el lugar y en el momento más impensado recibieron la ayuda de un gran tripero y referente del club, a quien vieron días antes de que se convirtiera en campeón con su actual equipo: “Somos de Estudiantes y estuvimos con Pedrito en la capital de Honduras.  Él está dirigiendo al Olimpia, un club grande de acá y salió campeón, nosotros lo vimos unos días antes y nos invitó a almorzar”, detalló Facundo. Y agregó: “Nos dijo, ‘ya sé que son del Pincha’ y nos dio un abrazo, la verdad muy buena onda”.

Pero además de invitarlos a comer, el DT les dio una ayuda clave para que conocieran una isla paradisíaca en el Caribe llamada Roatán: “Cruzamos a una isla muy conocida con ayuda de Troglio. Pensamos que no se podía ir con la combi y cuando nos estábamos por ir él nos dijo que no nos podíamos perder esa experiencia y nos dio contactos para poder ir con el vehículo”.

A pesar de que suelen estar en lugares sorprendentes, vivir como lo hacen Facundo y Carolina no es fácil para la gran mayoría de las personas y en ciertas circunstancias ellos también pasaron por situaciones difíciles que complicaron su camino: “Además de la pandemia pasamos por situaciones raras e inesperadas. En Ecuador en 2019 vivimos un paro a nivel nacional que estuvo todo paralizado y casi hubo una guerra civil, mucha represión y fue algo loco que vivimos de cerca en el viaje”.

La pareja de La Plata recorrió más de diez países y comparte todas sus aventuras en sus redes sociales, donde se los puede encontrar como Almas Kombinadas. Ahí muestran todas sus experiencias junto a otras culturas y los hermosos paisajes con selva, ruinas, playas, cascadas, volcanes y más que les regalaron hasta ahora Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Brasil, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Honduras.

En los próximos días partirán para El Salvador y su destino es llegar y recorrer México. En principio no podrán seguir viajando hacia el norte porque no tienen la visa norteamericana: “Queremos llegar a México y recorrer ese país también, no tenemos visa estadounidense así que ahí nos trabaría para seguir”. Sin embargo, la pareja supo reponerse ante contextos adversos y seguramente conseguirán la forma de seguir con su travesía y de llevar adelante su sueño que es vivir de un modo diferente, sin rutinas ni obligaciones y en armonía con la naturaleza. “Estamos súper adaptados a esta realidad que pensábamos que iba a ser un poco menos pero ya van más de tres años y acá estamos, con muchas ganas de seguir”, concluyeron.

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