Todavía continúa la conmoción por la masacre desatada en el buque Ayane, donde el marino Carlos Lima asesinó al capitán Alejandro García y al primer oficial Juan Pegasano y hasta confesó los hechos tras comunicarse con la Prefectura Naval Argentina (PNA) para pedir que lo detuvieran. La primeras versiones indicaron que el presunto asesino, apodado "El Loco", habría cometido los brutales crímenes en medio de un brote psicótico pero todo es materia de investigación.
Los detectives trabajan intensamente por estas horas para determinar los motivos y detalles del sangriento episodio y, al mismo tiempo, comienzan a salir a la luz datos que ayudan a la reconstrucción de la masacre.
En las últimas horas se conoció la forma en la que los investigadores encontraron la escena del crimen. Allí se constató la existencia de varios impactos de bala en la puerta del camarote del segundo oficial Discenza, quien salvó su vida por tener la puerta de su alojamiento cerrada con llave; y también otros destrozos cometidos en la sala por Lima.
Fue recién en horas de la noche del sábado que el juez Ernesto Kreplak, a cargo de la causa, pudo ordenar el retiro de los cuerpos de los dos oficiales muertos como así también el desembarco de oficio del detenido.
Por otro lado, la Justicia ya tiene acreditado que a bordo del Ayane no había armas provistas para un eventual uso del capitán en caso de emergencia. Desde hace años y por recomendación de la Organización Marítima Internacional se decidió eliminar las armas de los buques mercantes, ya que eran más los perjuicios que se originaban a bordo que los eventuales beneficios.

Tras la declaración del implicado y los datos recabados por el juzgado federal de La Plata a cargo del caso, se espera que el resto de los tripulantes también puedan aportar datos y con su declaración dar mayor luz a esta masacre que quedó en el centro de la población marítima de nuestro país y el mundo.