Este jueves no será una día más en la vida de la familia Bertolotti-Santoro. Luego de la tragedia que los atraviesa desde la noche del domingo 1 de marzo, cuando mataron al arquitecto Guillermo Bertolotti (60), hirieron a su esposa, la docente del Normal 1 Nancy Santoro (62); y detuvieron al hijo del matrimonio, Ignacio Bertolotti (28). Ahora, todo está listo para realizar tres pericias centrales que podría terminar con el procesado en la cárcel.
En la sede de Policía Científica de La Plata se llevaran a cabo los estudios de dermotest (para buscar restos de pólvora en las manos del acusado), de balística (para determinar qué arma se utilizó en el hecho) y barrido electrónico (examen sobre la ropa que llevaba el acusado al momento del hecho para determinar si tiene restos del pólvora). El resultado de estas pericias puede comenzar a sellar la suerte del detenido. En el expediente hay dos versiones contradictorias: antes de morir, su padre apuntó contra él y le dijo a la sargento Daniela Alejandra Pedrozo "fue mi hijo"; pero su madre, quien sobrevivió al ataque, abonó la versión del acusado y lo ubicó dentro del baño al momento del hecho, aunque aseguró que no pudo ver a los atacantes.
En su declaración indagatoria el sospechoso se llamó a silencio y el fiscal Juan Menucci lo procesó por "homicidio agravado por el vínculo" y "tentativa de homicidio agravado por el vínculo", entre otros delitos.
La defensa está en manos de los abogados Walter Gisande y Ezequiel Olgiatti quienes esperarán el resultado de los estudios periciales para comenzar a desplegar su estrategia que tuvo el primero de sus pasos en el silencio ante el fiscal. Es que si las pericias no se puede realizar porque estuvieron mal tomadas las muestras o su resultado es negativo, esa parte del proceso podrá robustecer la versión extrajudicial que dio el acusado ante personal policial: "Cagaron a tiros a mis viejos". Esa frase es la que repitió a su vecino, a un primo materno y los efectivos que llegaron hasta la casa de dos plantas ubicada en calle 29 entre 41 y 42 donde se desencadenó el ataque.

El joven declaró extraoficialmente que el ataque fue cometido por tres personas que habían ingresado a la casa para robar. Investigadores policiales precisaron que al arribar al domicilio, el hijo de la pareja contó que se encontraba en el baño cuando escuchó varias detonaciones de arma de fuego y que al salir observó a sus padres en el suelo heridos a balazos.

Cuando los agentes llegaron al lugar alertados por un llamado a la línea de emergencia 911, contabilizaron siete disparos en el cuerpo de Bertolotti y otros cinco en el de su esposa, por lo que ambos fueron trasladados de urgencia al Hospital San Martín.
Peritos que analizaron la escena del crimen encontraron trece casquillos calibre 9 milímetros seis plomos, una pistola Taurus 9 milímetros y un revolver Ruby calibre 22. A la vez, dentro del vehículo del aprehendido se incautó una caja de arma de fuego que coincide con la pistola Taurus. Toda esa evidencia de artillería será analizada bajo la rigurosidad de un microscopio de última tecnología y el resultado que arroje será difícil de cuestionar.
EL CRIMEN MINUTO A MINUTO