domingo 07 de septiembre de 2025

El himno, el escudo y el distintivo: la historia detrás de los símbolos de la UNLP

Desde sus orígenes, cuando nació como una Universidad provincial, los fundadores diseñaron los símbolos institucionales para transmitir la esencia y los valores de la casa de altos estudios platenses. Un recorrido que inicia con los pedidos del primer rector de la historia, Dardo Rocha,  en la Asamblea Universitaria y su deseo de crear un sello mayor que la represente. En 1959, el artista Raúl Bongiorno realizó una gran investigación para reconstruir los documentos que dan cuenta de cómo fueron creadas las insignias.

Los inicios de la Universidad se remontan al 14 de abril de 1897 cuando comenzaron las actividades de la casa de altos estudios que, para aquel entonces, no tenía carácter nacional. Aunque había sido creada mediante un decreto del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires en el 1890, la difícil crisis económica que atravesaba el país demoró siete años su inauguración oficial. Cuando parecía que el proyecto quedaba trunco, el fundador de La Plata, Dardo Rocha, fue la persona que insistió para que los mandatarios bonaerenses fijen las pautas para realizar la primera elección de autoridades y la institución comience a funcionar.

En la primera Asamblea Universitaria, el órgano universitario nombró a Rocha como el primer rector de la Universidad Provincial. Como primera medida, el flamante director le pidió a los miembros de la Asamblea Universitaria que aceptaran un proyecto para cambiarle el nombre a la casa de altos estudios y rebautizarla como Universidad de La Plata, al tiempo que presentó un sello mayor que consistía en la siguiente alegoría: la ciudad levantando la luz de la ciencia, bajo la constelación de la Cruz del Sur y con el escudo de la Provincia en su centro; a su alrededor la leyenda “por la ciencia y por la patria”.

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Más tarde llegó el turno del himno y las hojas de robles, un distintivo creado para que utilicen las personas que tuvieron su recorrido académico en la nueva Universidad Nacional de La Plata.  En 1959 Raúl Bongiorno realizó una investigación para la Revista la Universidad titulada “Acerca del escudo y sello mayor de la Universidad Nacional de La Plata”. En ella se hace un recorrido histórico que da cuenta de las transformaciones del escudo y cómo se crearon las otras insignias que forman parte de la UNLP.

El ESCUDO

Se trata del elemento visual de mayor relevancia para la UNLP. Es el signo identificatorio, todas las Universidad tienen uno. Por lo general, las tradicionales tienen características particulares del origen y la época en que se fundó”, contó a 0221.com.ar el Director de Comunicación Visual de la UNLP, Luciano Passarella. En ese sentido, también explicó que se trata de un escudo alegórico que tuvo modificaciones cada vez que corresponden a los momentos de su vida institucional.

La primera de ellas ocurrió cuando la Universidad se nacionalizó en 1905 y apareció Palas Atenea en el centro, con una lanza en su espalda. A su lado, había dos figuras sentadas y una de ellas tenía un globo terráqueo mientras que la otra portaba un libro, lo que implica la presencia de las ciencias y las letras. Sin embargo, para 1918, años de la reforma universitaria, la diosa del conocimiento tenía la lanza en la mano. “Eso ocurrió por una situación de contexto, presumo que por lo investigado puede ser después de la Reforma Universitaria. Es una Palas más aguerrida, en relación a las tensiones que tuvo ese movimiento”, detalló Passarella.

Otro detalle para remarcar es que, por primera vez, apareció en latín el lema “Ciencia y Patria” junto con pequeños detalles que hacen referencia a las edificaciones de La Plata. Por su parte, el escudo tiene dos estrellas que sirven para ver la Cruz del Sur. “En 1960, cuando se oficializó, se pidió que se corrijan, las que están del lado derecho de Palas. Se trata de Alfa y Beta del Centauro que son fundamentales porque sirven como puntero para señalar la verdadera Cruz del Sur”, señaló y agregó que “el cielo tiene que ver porque en Argentina solo había tres universidades en esa época y la UNLP era la más austral de todas”.

Para el año 2015, Passarella y su equipo realizaron una gran investigación para crear la marca de la UNLP. Para ello fue necesario recapitular toda la historia y analizar todos los documentos con el objetivo de que la síntesis del escudo pueda ser impreso con los estándares actuales del diseño.

“Nosotros dijimos de hacer una síntesis para que sea más potente visualmente y tenga mejor aplicación en distintos formatos. Conserva todos los elementos iconográficos. No hay nada que falta, todo lo simbólico que compone al escudo histórico, para conformar una versión sintetizada para los usos actuales de una marca. Es un trabajo que llevo mucho tiempo y lo hicimos muy cuidadosamente. Queríamos actualizar su lenguaje visual”, puntualizó.

Entre los detalles más salientes e interesantes que tiene esta síntesis del escudo, es que se puede apreciar las edificaciones más importantes de La Plata. Además de la Catedral, se destaca la petroquímica de Ensenada, lo que hace referencia al carácter regional de la Universidad.

LA HOJA DE ROBLE

El Doctor y hombre de Ciencias, Enrique Herrero Ducloux, le propuso en 1906 al presidente de la UNLP de aquel entonces, Joaquin V.González, que el distintivo sean dos hojas de roble cinceladas en oro por Vicherat, un joyero de la calle Florida.

Este distintivo refleja el espíritu de la fuerza, dureza y gran resistencia de las personas que pasaron por la institución. El roble no solo había consagrado por Zeus sino que los griegos hicieron de ese árbol un emblema de la fuerza y la recompensa otorgada a los ganadores de los viejos Juegos Olímpicos. “Son el emblema para distinguir a los miembros de la UNLP. Es un complemento, para llevar en la solapa”, aseguró Passarella.

En concreto se trata de cualidades que recuerdan y refuerzan la responsabilidad que debe regir en la vida de las personas que transitaron y se formaron en la UNLP.

Es importante señalar que tiene una vinculación con Palas Atenea, la diosa del saber, y por ende también está presente en el escudo.

EL HIMNO

A mediados de 1927, la Universidad completó la trilogía de sus símbolos con la creación de su himno. La letra estuvo a cargo del profesor de la Facultad de Humanidades, el Dr. Arturo Capdevilla. Cada una de las estrofas define el sentimiento de emoción e inquietud del espíritu.

Las autoridades de aquel entonces confiaron la música al directo y profesor de la Escuela de Bellas Artes, Don Carlos López Buchardo, y se tocó por primera vez un 2 de octubre de 1927 en el Teatro Argentino, con motivo del centenario de la muerte de Ludwig van Beethoven.

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