Ezequiel "El Rey" Reymundo y Leonardo "La Sombra" de Oliveira, los dos luchadores de kickboxing acusados de golpear hasta el desmayo a Gonzalo Colombo durante una riña por discusiones de tránsito en Camino Centenario y 501, el pasado 24 de diciembre, pelean por abandonar el calabozo y solicitaron un arresto domiciliario. También una audiencia con la jueza del caso para ser escuchados por la magistrada encargada de definir el plateno.
Ambos quedaron formalmente procesados por el delito de intento de homicidio. En su declaración ante la fiscal María Eugenia Di Lorenzo dieron la misma versión que adelantaron el pasado 3 de enero ante las cámaras de 0221.com.ar y pidieron perdón.
La defensa solicitó una reunión con la jueza, situación contemplada en el artículo 168bis del Código Procesal bonaerense en el que se establece: “Antes de resolver el dictado de la prisión preventiva, su morigeración, la imposición de alternativas a ésta, la internación provisional del imputado, o la caducidad o cese de cualquiera de ellas, a pedido de parte interesada o por propia decisión, el Juez de Garantías fijará audiencia” que será “oral y pública y en la misma serán oídos el fiscal, el particular damnificado si lo hubiere, la defensa, y el imputado si se hallare presente, en ese orden, durante un tiempo máximo de quince minutos. Las intervenciones deberán dirigirse a fundamentar la procedencia o improcedencia de la medida a dictarse”.
La jueza Florencia Butiérrez deberá fijar fecha para la realización de la audiencia a la que deberá asistir la fiscal María Eugenia Di Lorenzo y el abogado Marcelo Peña, representante de Colombo, el joven agredido.
Los abogados defensores Pablo Cuomo y Pablo Conti pidieron el arresto domiciliario por entender que no existen riesgos procesales (fuga o entorpecimiento probatorio) y atacaron el encuadre legal al considerar que de Oliveira es ajeno a la agresión y como Reymundo no es peleador profesional, entienden que la causa debe enmarcarse en la figura de lesiones graves.
También aportaron nuevas pruebas que, a entender de la defensa, demuestran que no hubo intención de matar por parte de los agresores. Una de ellas es la historia clínica realizada por médidos del hospital de Gonnet, donde asistieron a la víctima.
Reymundo despegó a su amigo del caso. Asegura que fue él quien le pegó un golpe de puño y una patada a Colombo; pero fue en respuesta a una agresión previa que dice haber sufrido por parte del herido.
Todo comenzó por un incidente de tránsito en Camino Centenario y 497, aproximadamente. En las filmaciones de las cámaras de seguridad se ve el momento de la agresión, pero, según los abogados defensores Cuomo y Conti, en otra cámara de monitoreo se ve la supuesta agresión previa de Colombo a Reymundo.
“En ningún momento quise matar a nadie, admito que le pegué, me arrepiento de ese momento, de haber reaccionado, le pido perdón al chico y a su familia”, dijo Reymundo, quien, según su versión, no es peleador profesional, pese a su alto nivel de entrenamiento.
A su turno, de Oliveira desmintió tener intenciones de fugar del país. “Todo lo que se dijo es mentira, estoy a disposición de la Justicia”. Él sí es luchador profesional, pero su licencia fue revocada tras el incidente.
Ambos acusados nunca estuvieron prófugos. Tras el hecho, sus abogados presentaron una eximición de prisión que fue rechazada por la jueza de Garantías Florencia Butiérrez y por la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata, con el voto de los magistrados Raúl Dalto y Silvia Oyhamburu.