Mauricio Sebastián Martínez y Sandra Sepúlveda, quienes denunciaron la desaparición de la mujer presuntamente embarazada y conmocionaron a La Plata y el país, finalmente declararon ante el fiscal y dieron una versión tan insólita como increíble. Ella dijo que inventó el embarazo y el secuestro por temor a que él la abandonara y volviera con su exmujer, que lo denunció por violencia de género y el abuso sexual de la hija.
Sandra fue la primera en dar su versión ante el fiscal Marcelo Romero. Pudo optar por negarse a declarar, pero prefirió decir lo suyo: admitió que simuló estar embarazada y fingió el secuestro y posterior pérdida de un bebé para retener a su pareja.
"Yo no quería perder ni a mi marido, ni lo que habíamos construido, jamás hubiese querido perjudicar ni faltar el respeto a alguien porque esto nos está costando caro, todo el mundo lo insulta. Se me desbordó la mentira, no sabía qué hacer, no medí las consecuencias de lo que pasaba", sostuvo la mujer.
Durante varios meses le mostró imágenes de ecografías de otras embarazadas para sostener la mentira. En rigor dijo que en abril de 2019 quedó embarazada, pero a las pocas semanas lo perdió. Ante esa situación sumado a la reaparición de la expareja de su marido, temió que la familia que estaban construyendo se desmoronara y optó por sostener el engaño. En el transcurso del el falso embarazo "él no me hizo faltar nada, íbamos a todos lados juntos”, graficó la acusada quien también refirió que nunca sufrió violencia por parte de Martínez. "Actualmente vivimos bajo el mismo techo, pero estoy buscando algo donde mudarme con mi hija, él no puede creer que yo le haya hecho esto", declaró la mujer entre sollozos y agregó: "Yo lo veía ilusionado, me tocaba la panza todo el tiempo".

A su turno Martínez reconoció que desde principios de año volvió a tener contacto con su expareja, pero que por consejo de su abogado defensor no se vieron personalmente ya que están vigentes las restricciones perimetrales impuestas por la Justicia. Está acusado de violencia de género y de abusar sexualmente de su hija.
El hombre declaró narró ante el fiscal cómo se sucedieron aquellos primeros momentos en los que habló con la prensa y contó que era lo que, supuestamente, ocurría. Contó que ese día recibió un llamado y oyó a su mujer decir "papi, me llevan" y luego denunció en la puerta del hospital San Martín lo que, creía, estaba pasando. La mujer confirmó que dijo esa frase, apagó el teléfono, lo guardó en su cartera y viajó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a la casa de su hija mayor.

Tras la declaración la pareja se retiró rumbo a Berisso. Como si a esta historia le faltaron condimentos, 0221.com.ar pudo confirmar que el acusado se enteró de la mentira este lunes, cuando ambos fueron asesorados en el Defensoría Oficial, desde donde pedirán el sobreseimiento de ambos, aunque el fiscal trabaja para que el caso sea ventilado en juicio oral de cara a la sociedad.