"Deseamos poner al niño en un medio de alegre esparcimiento, en directo contacto con las responsabilidades ciudadanas del futuro, para que cuando llegue a hombre sea un argentino consciente de sus deberes, derechos y obligaciones. A la par que tenga para sus primeros años un recuerdo amable e imperecedero y así forme a sus vástagos más buenos y generosos". El gobernador bonaerense Domingo Mercante, mano derecha del general Juan Domingo Perón, delimitó así el proyecto oficial para la creación de la República de los Niños, que pronto pasaría a ser el primer parque temático de América.
El gran tema es ni más ni menos que la democracia: el parque cuenta con todas las instituciones relacionadas a ella, como el Parlamento con ambas cámaras, la casa de Gobierno, el palacio de Justicia y un banco. Pensada como una ciudad en escala para niños, la Repu también cuenta con una Iglesia, un puerto, un teatro, un aeropuerto, una estación de tren, un cuartel de bomberos, una casa de Cultura, restaurantes y hoteles. Eso sin contar los juegos y los animales, que cumplían un rol tanto recreativo como educativo.
Construido por el Instituto Inversor de la provincia de Buenos Aires y con un predio de 50 hectáreas, el parque pretendía formar a los futuros ciudadanos del país en un ambiente que los integrara a la "vida adulta". En el Libro de Oro de la inauguración, el 26 de noviembre de 1951, Perón deseó que "en esta República de los Niños aprendan los argentinos a ser justos, libres y soberanos, para que nunca pueda aceptarse la explotación de los hermanos, la sumisión económica y el vasallaje político".
Además de brindar un servicio educativo, la Repu fue el hogar de 300 niños huérfanos o que no podían criarse en sus casas, una función social que tras el golpe de Estado de 1955 se perdió para siempre.
El camino político del parque platense corrió por muchas direcciones. Antes de ser expropiado por el gobierno de Perón, el predio pertenecía al frigorífico Swift, radicado desde principios del siglo XX en Berisso, y albergaba un campo de golf privado. Pero después de la "Revolución Libertadora", el terreno le fue cedido al gobierno de la Provincia y la Repu cayó en desgracia.

Con el lago seco enmalezado, los edificios vacíos y llenos de telas de araña, el emblemático parque se convirtió en apenas un lugar de juegos mecánicos. Recién en 1973, con el retorno de la democracia, la Juventud Peronista realizó una toma simbólica del lugar, pero con la renuncia de Héctor José Cámpora de la presidencia, el parque volvió a su estado de abandono.
En 1979, el decreto 1294 concedió el predio de Gonnet a la Municipalidad de La Plata. En 1983, el Concejo Deliberante local votó la recuperación plena del predio, un proceso que llevó mucho tiempo y podría decirse que todavía continúa.

Sin ahorrarse controversias, la Repu fue blanco de múltiples cuestionamientos políticos respecto de la transparencia de sus recursos y recaudación. Año a año, el parque platense fue reacomodándose y reabriendo distintos actividades: en la actualidad, se realizan talleres de Pan, de Banco, de Títeres y Ordeñe y se celebran espectáculos gratuitos de circo y teatro.
En este aniversario, la Provincia junto a la Municipalidad y las Abuelas de Plaza de Mayo realizaron una jornada lúdico-educativa organizada por el equipo docente del programa Educativo "Identidad y Democracia en la Repu". Alumnos de 3° año de escuelas de la zona participaron de juegos tradicionales y populares donde debieron superar obstáculos, poner en práctica la habilidad y coordinación. También participaron de una búsqueda como detectives y disfrutaron de un espectáculo artístico.