La UTA confirmó un paro de micros de 24 horas desde este martes 6 de mayo tras el fracaso en la negociación salarial con las cámaras empresarias del transporte.
Se confirmó el paro de micros en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La Unión Tranviarios Automotor (UTA) anunció una medida de fuerza de 24 horas que tendrá lugar el 6 de mayo, luego de que fracasara la audiencia paritaria realizada este miércoles con las cámaras del transporte.
El gremio resolvió avanzar con la medida luego de no recibir ninguna propuesta salarial concreta por parte de los empresarios, quienes alegaron no contar con fondos suficientes para otorgar aumentos.
Se las confunde con ratas, pero no transmiten enfermedades y benefician al ambiente. En diálogo con 0221.com.ar una especialista describe sus características.
El gobernador Axel Kicillof presentará el Movimiento Derecho al Futuro el 24 de mayo en La Plata, con fuerte respaldo de intendentes y gremios bonaerenses.
La discusión salarial estaba estancada desde el 7 de marzo. La UTA reclamaba una suba del salario básico de los choferes de $1.200.000 a $1.700.000, mientras que las empresas solo habían ofrecido bonos no remunerativos y un esquema de incremento en cuotas, rechazado de plano por los trabajadores.
Esa oferta contemplaba pagos de $40.000 el 26 de mayo, $50.000 el 16 de junio y $70.000 el 15 de julio, además de establecer un salario básico de $1.270.000. Para el gremio, ese esquema equivale a menos del 1% de aumento mensual frente a una inflación que ronda el 3% o 4%. La propuesta fue calificada como “un avasallamiento a la dignidad” por los dirigentes gremiales.
El conflicto se inscribe en un contexto de deterioro del sistema de transporte urbano. Según el Índice Bondi, elaborado por la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (Aaeta), el precio real del boleto sin subsidios fue de $1.596,40 en marzo, pero los usuarios pagaron un mínimo de $371,13, con un promedio aún menor por efecto de los descuentos aplicados al acumular viajes. En ese escenario, las empresas recibieron$973,76 por boleto, muy por debajo del valor técnico que reclaman.
El congelamiento tarifario impuesto desde agosto también constituye un factor central en el desequilibrio del sector. Las cámaras empresariales actúan como intermediarias entre los usuarios y el Estado, pero aseguran que no tienen margen para solventar mejoras salariales.