Decenas de personas vestidas completamente de blanco generaron sorpresa entre los vecinos de la zona rural de Los Hornos. ¿Qué pasó y por qué?
La presencia de más de 20 personas totalmente vestidos de blanco, con sus rostros cubiertos, que portaban elementos como cámaras fotográficas, un muñeco de trapo, mochilas y cintas perimetrales, generaron asombro en la comunidad de Los Hornos. Una historia reveladora, con una escena del crimen simulada como uno de los condimentos.
En rigor se trata de alumnos de la carrera de Tecnicatura en Investigación Criminal que participaron en un exhaustivo trabajo de campo que simulaba condiciones reales de un escenario de crimen. Divididos en equipos y bajo la supervisión de los docentes, realizaron actividades clave para el levantamiento de evidencias físicas.
Entre las tareas se incluye la recolección de muestras, análisis del entorno, inspecciones oculares e investigación de rastros, todo siguiendo estrictos protocolos de investigación.
La actividad fue el cierre de un año académico marcado por prácticas que integran teoría y realidad. Las distintas etapas les permitieron aplicar las herramientas y procedimientos aprendidos.
Con el apoyo de los profesores Jorge Humberto Ruti, Sergio Girotti y Hugo Tévez, expertos en criminalística; los estudiantes lograrán integrar conceptos teóricos y prácticos, abordando situaciones que simulan casos reales. Ruti, reconocido perito forense, destacó la importancia de estas prácticas para la formación de futuros profesionales en criminalística.
Los estudiantes pudieron experimentar el desafío de trabajar en un entorno rural, lo cual añadió una capa adicional de dificultad al ejercicio. La extensión y características del terreno, así como factores ambientales, llevaron a los futuros técnicos a adaptarse a las condiciones del lugar, haciendo uso de equipamiento especializado y reforzando el trabajo en equipo para asegurar la recolección de pruebas.
Esta actividad de cierre permitió que los alumnos adquirieran destrezas fundamentales para su futura práctica profesional, destacándose la importancia de mantener la metodología en cada intervención y la rigurosidad.