Las pericias psicológicas resaltaron la personalidad manipuladora y narcisista de Nelson Teves. El juicio entra en etapa de alegatos, pero todavía no hay fecha.
La tercera audiencia del juicio oral por el femicidio de Tamara Gómez Coronel, la oficial de Policía asesinada a puñaladas el 2 de enero de 2022 en Melchor Romero, se desarrolló este miércoles en los tribunales penales de La Plata y dejó cerrado el capítulo de los testimonios.
Ahora el proceso entra en etapa de alegatos, aunque todavía no se fijó la fecha debido a la sobrecarga de la agenda del Tribunal, la Fiscalía de Juicio y la Defensoría Oficial.
La Justicia dio lugar al pedido de libertad de Adriana Oviedo, madre de Nicolás Castro acusado por el femicidio de Yesica Duarte, y le otorgaron la libertad.
El eje de la jornada estuvo en las pericias psicológicas elaboradas por profesionales de la Asesoría Pericial de La Plata. La licenciada Verónica Silva Acevedo, autora de uno de los informes incorporados al debate, describió a Teves como un sujeto con rasgos narcisistas, manipuladores y omnipotentes, que utiliza recursos discursivos para encubrir su responsabilidad.
La psicóloga resaltó que el imputado “realiza un relato de los hechos concordante y calcado de su declaración, situándose en tiempo y espacio con un alto grado de precisión”. Sin embargo, marcó que la afirmación de no recordar lo sucedido resulta inconsistente, porque el propio Teves admitió haber escuchado gritos y describió escenas clave con detalles, incluso acompañando sus palabras con un “llanto teatralizado”.
Para la especialista, esos elementos muestran que el acusado “impacta en el interlocutor como víctima de su propio comportamiento”, reforzando la hipótesis que manipula la escena discursiva.
La experta también señaló que Teves sostiene un posicionamiento discursivo plagado de contradicciones, recurriendo a la racionalización y la intelectualización para intentar manipular la evaluación. “Cuando se le demuestra su falla lógica no siente apuro alguno; simplemente cambia su historia o retuerce los hechos para que encajen de nuevo”, describió Silva Acevedo.
Los peritos coincidieron en remarcar que su discurso es frío, controlado y vacío de connotación afectiva, con una clara ausencia de empatía hacia la víctima. Sólo interrumpe esa postura con “llanto escénico” cuando se abordan los hechos del crimen, para luego recomponerse rápidamente.
Además, se detalló que en su modo de narrar las relaciones, Teves traslada siempre la responsabilidad de los conflictos a los demás: en su primera pareja, a su intolerancia; y en el caso de Tamara, a su supuesta “bipolaridad”.
Con el testimonio de los últimos peritos, el tribunal integrado por los jueces Emir Caputo Tártara, Carolina Crispiani y Ezequiel Medrano dio por cerrada la etapa de recepción de prueba.
Ahora resta escuchar los alegatos de las partes: el fiscal de juicio Mariano Sibuet sostiene la acusación por homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género, figura que prevé prisión perpetua; mientras que la defensa, a cargo de la defensora oficial Natalia Argenti, buscará insistir con la hipótesis de la emoción violenta o de la inimputabilidad por un cuadro psiquiátrico.
La audiencia de alegatos todavía no tiene fecha definida, ya que el tribunal debe reordenar su agenda, con múltiples juicios en simultáneo. Recién cuando se fije ese paso procesal comenzará la cuenta regresiva hacia el veredicto, esperado con expectativa por la familia de la víctima.