Tras cuatro décadas, los muñequeros de Gaam Drako adelantaron que esta podría ser su última participación en la tradicional quema de muñecos de fin de año.
Con una trayectoria que comenzó en 1983, el grupo Gaam Drako confirmó hace pocos meses que luego de 3 años volvería a sumarse a la tradición platense de los muñecos de fin de año. La novedad, sin embargo, llega acompañada de una realidad amarga: también podría ser el último momo de su historia.
La triste decisión fue confirmada por Víctor Sochanowicz, uno de los históricos integrantes del grupo, quien explicó a 0221.com.ar que "es un regreso y una despedida".
La Municipalidad de La Plata autorizó hasta ahora 22 muñecos de fin de año para la quema y 0221.com.ar los geolocalizó en un mapa.
En la tradicional quema de muñecos de fin de año, dos grupos de La Plata realizarán homenajes a Kim Gómez, la nena de 7 años asesinada en un robo.
En ese marco, la nueva obra que arderá en Año Nuevo lleva el nombre de "Yo, custodio del tiempo" y marcará una despedida cargada de simbolismo, homenaje y emoción, que también incluirá un reconocimiento especial a Kim Gómez, la nena asesinada en un trágico asalto en la zona de 25 y 72.
La creación, la número 40 de su historia, busca representar los ciclos, el paso de los años y los vínculos que se construyeron a lo largo de cuatro décadas de trabajo entre los integrantes del grupo. El proyecto, que comenzó a idearse hace 3 años, tendrá nueve metros de altura, movimiento mecánico, voz y una estructura especialmente diseñada para impactar visual y emocionalmente. "Va a ser un muñeco para pensar y escuchar su relato, quien no vea la función quizás no entienda del todo la temática", detalló Sochanowicz.
El flamante muñeco de Gaam Drako tendrá nueve metros de altura, movimiento mecánico, voz y una estructura especialmente diseñada para impactar visual y emocionalmente
De acuerdo con sus creadores, "el custodio del tiempo" no estará solo y junto a él se levantará la figura de una mujer que simboliza la tradición, junto a relojes que marcan el tiempo y los contratiempos, expresados en las personas que cuelgan del muñeco. También se sumarán a la escena ángeles sin rostro que rodean varios árboles, como una representación de lo más longevo.
Pese a la emoción y la alegría, el esperado regreso de los históricos muñequeros también implicó un fuerte desafío. "Hay que dedicarle muchísimo tiempo y resignar momentos familiares", remarcó Víctor al respecto y sumó: "No es fácil sostener algo así. Lleva mucho dinero, mucho tiempo. Trabajamos de noche, hasta la una o dos de la mañana. No damos más, pero lo hacemos por pasión".
Desde su primera escultura en 1983, Gaam Drako fue una referencia ineludible en cada diciembre platense. El grupo comenzó como una iniciativa familiar y fue creciendo con los años, sumando personas, aprendizajes y una identidad muy marcada. En ese marco, la madrugada del 1° de enero será una despedida, pero no un final cerrado: “El Drako es como el ave fénix. Se quema y vuelve. Las ideas no paran. Capaz que volvemos en 3 años".
El cierre será, como en cada año, a todo color: Drako apuesta por una pirotecnia responsable, sin estruendos y priorizando los efectos de luz. "Hace más de 10 años que no usamos explosivos dentro del muñeco. Tratamos de conformar a todos", remarcaron y adelantaron que este año transitarán esa misma senda.