Un ciclista de 76 años cumplió un sueño que tenía pendiente: recorrer en bicicleta los 388 kilómetros que separan Mar del Plata de La Plata. Lo hizo durante 26 horas seguidas y acompañado por sus hijos, que se turnaron para apoyarlo en distintos tramos del viaje.
Se trata de Carlos "Piki" Camacho, quien realizó esta hazaña durante el último fin de semana largo de Pascuas. Salió el sábado a las 10 desde Mardel y llegó el domingo cerca de las 13, en medio de un emotivo recibimiento por parte de sus hijos y nietos.
En diálogo con el canal Somos La Plata, recordó que ya había hecho el trayecto en 2004, pero en sentido inverso: desde La Plata hacia Mar del Plata. Esta vez, lo hizo rodeado de sus cuatro hijos, que se turnaron para acompañarlo en distintos tramos.
"Fue bastante especial acompañarlo a él, desde el entrenamiento hasta cuando empezamos a andar", contó una de las hijas. Otro de los hijos agregó: "Era un desafío acompañar a mi viejo, lo hice con muchas ganas y lo volvería a hacer mil veces más".
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De Mar del Plata a La Plata, un ciclista de 76 años pedaleó 388 kilómetros junto a sus hijos en un viaje inolvidable
Un viaje épico desde Mardel a La Plata
El frío fue uno de los principales desafíos. "La idea de apoyarlo era principalmente por el alto nivel de exigencia física y el frío que empezó a hacer. Hacía 6 grados y estaba fresco para andar pedaleando, entonces queríamos estar ahí si necesitaba algo", explicó uno de sus hijos al mismo medio.
Piki comenzó a pedalear en 1990, cuando decidió hacer un viaje a Luján. "Desde ahí no paré más", contó. Sobre su preparación para esta travesía, detalló: "En una semana intentaba completar el kilometraje total que íbamos a hacer. Iba siempre por Ruta 2, pasaba Chascomús y volvía. Hacía tiradas de 180 kilómetros los martes y otros 180 los jueves".
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Además, remarcó la importancia de lo mental en un viaje de semejante esfuerzo: "Es fundamental la parte psicológica porque llega un momento que el cuerpo te dice hasta acá y tenés que pasar esta barrera y seguir". Y agregó: "La noche fue más brava, hacía mucho frío y aparte no ves nada. En esta época del año tenés 12 horas de noche".
En el último tramo del recorrido, la familia hizo una parada para tomar chocolate caliente y comer unas facturas. Después, emprendieron el cierre de la travesía rumbo a La Plata. "Todo esto es lindo haberlo vivido para poder contarlo", concluyó.